Paesa, el hombre de los mil nombres experto en evasión fiscal
Francisco Paesa tiene 75 años y lleva media vida involucrado en asuntos oscuros que le vinculan con el 'caso GAL' y con el exdirector general de la Guardia Civil, Luis Roldán
Paesa comenzó su carrera como banquero en Suiza, fue diplomático en países africanos, traficante de armas, y exagente del Ministerio del Interior en los años 90. La justicia española empezó a investigarle por colaboración con banda armada y obstrucción a la justicia cuando una testigo del 'caso GAL' le acusó de pedirle que cambiara su testimonio contra Amedo. Aquella fue la primera vez que desapareció de España y se refugió en Ginebra.
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Cuando fue finalmente expulsado de Suiza, recaló en Moscú y París, lugar donde entró en contacto con Roldán. Tras exculparle la Audiencia Nacional en el proceso GAL y con el escándalo de la fuga del exdirector general de la Guardia Civil, Paesa, que le había facilitado la huida, se ofreció al gobierno para localizarlo y engañó a Roldán para que se entregara en Bangkok. Los jueces investigaron entonces si en aquella operación Paesa se había quedado con los famosos 1.500 millones de pesetas de las cuentas suizas de Roldán.
Por segunda vez, Paesa desapareció del mapa en el momento en que tenía que declarar por ello e incluso simuló su muerte publicando una falsa esquela en la que se decía que había muerto en Tailandia. Había sido imputado por encubrir el dinero de Roldán y la Interpol lo tenía en su lista. Sin embargo, ni murió; varios medios le situaban en Madrid, Luxemburgo o París, ni pesan acusaciones sobre él porque el delito por blanqueo de capitales vinculado a la corrupción está contemplado a partir de 1996 y no alcanza en el tiempo a sus actividades.