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El FMI exige a Italia la aplicación de las reformas que el Congreso ratificará este sábado

La ley de Estabilidad, aprobada este viernes en el Senado, será ratificada de forma definitiva en la Cámara de los Diputados y, posteriormente, el primer ministro, Silvio Berlusconi, dimitirá de su cargo

Los organismos monetarios internacionales están pendientes de la decisión de Italia en el que podría ser el último día en el Gobierno de Silvio Berlusconi. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha exigido compromiso con la aplicación de las reformas que debe ratificar este sábado el Congreso italiano, tras su aprobación en el Senado.

Lagarde ha asegurado que Italia necesita claridad "claridad y credibilidad" para salir adelante. Por eso ha pedido la aplicación "firma, sólida y sostenida" de las reformas. No obstante, ha insistido en que la situación de Italia es diferente a las que llevaron al rescate a Irlanda, Grecia o Portugal.

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Por su parte, el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, ha alertado de que queda mucho por hacer y ha expresado que Italia necesita reformas, no elecciones.

Estas reacciones internacionales se han producido ante la votación que se llevará a cabo este sábado en la Cámara de los Diputados italiana sobre el proyecto de Ley de Presupuestos para 2012, que incluye algunas de las medidas más urgentes exigidas a Italia por la UE con el fin de tranquilizar a los mercados, tras lo que está previsto que el primer ministro, Silvio Berlusconi, presente su dimisión.

El texto, que este viernes fue ratificado por el Senado, llegará al pleno de la Cámara Baja en torno a las 12.30 hora local para su discusión y su posterior aprobación definitiva. El proyecto de ley salió adelante con 156 votos a favor y 12 en contra y contó con el voto del que se perfila el sustituto de Berlusconi, el flamante senador vitalicio y excomisario europeo Mario Monti, quien fue largamente aplaudido al entrar en el hemiciclo.

Las reformas incluyen, entre otras medidas, la venta de terrenos agrícolas e inmuebles públicos, el retraso de la edad de jubilación a los 67 años en 2026, la liberalización de servicios públicos y la desgravación contributiva del cien por cien a los empresarios que contraten jóvenes.

La era post-Berlusconi

La opción más plausible para la era post-Berlusconi es la formación de un Gobierno técnico con una personalidad al frente que ponga de acuerdo a todas las fuerzas políticas para sacar a Italia del marasmo económico en que se encuentra. Para liderar ese Gobierno técnico se ha optado por el economista y excomisario europeo Mario Monti, de 68 años, quien concita el consenso entre las fuerzas parlamentarias.

Monti también cuenta con las simpatías de la patronal italiana, como ha indicado su presidenta, Emma Marcegaglia, quien destacó "la gran capacidad" y "el coraje" del economista, con el que, dijo, está de acuerdo en todo "y lo estaremos, aunque esto signifique el descontento de algunos".

Asimismo, Berlusconi ha decidido apoyar al Gobierno de Monti porque, tal y como aseguró a sus allegados, "no podemos ir contra los mercados", aunque la decisión final de su partido Pueblo de la Libertad (PDL) sobre el respaldo al excomisario europeo se conocerá el sábado, tras una reunión extraordinaria.

Contrarios a la formación de ese gabinete de transición se han mostrado los partidos Liga Norte, socio actual en el Ejecutivo de Berlusconi, e IDV, favorables a las elecciones anticipadas.

En cambio, a favor de esa opción están el Tercer Polo, en la oposición de centroderecha, y la mayor parte del PD.

Mientras tanto, los mercados han dado una tregua y muestras de confianza hasta el nombramiento del neoliberal Monti como presidente del Consejo, una designación seguida muy de cerca por las cancillerías europeas y por el presidente de EEUU, Barack Obama quien llamó ayer a Napolitano.

También el presidente federal alemán, Christian Wulff, se interesó hoy por la crisis política que atraviesa Italia, en un llamada telefónica al jefe del Estado italiano, verdadero ejecutor y guía de la transición política.

El selectivo de la Bolsa de Milán se mantuvo durante todo el día en positivo y la prima de riesgo bajó hasta los 470 puntos básicos.

Una prueba de la consistencia del "efecto Monti" se verá el próximo lunes con la subasta de bonos a cinco años del Estado que intentará colocar entre 1.000 y 3.000 millones de euros.

Monti deberá acometer reformas estructurales profundas que ni la derecha ni la izquierda han osado llevar a cabo en Italia desde hace décadas.

En un reciente editorial en el diario "Corriere della Sera", Monti señaló que "los ingredientes de una economía más competitiva, del crecimiento económico y de una sociedad más incluyente y justa son: menos barreras a la entrada, menos privilegios y rentas para los incluidos, más posibilidades de entrada para los excluidos y para los jóvenes y más espacio al mérito y a la competencia". Puntos, todos ellos, que pertenecen a la Estrategia 2020 de los compromisos europeos.

Además, a juicio de Monti, es de desear "una mayor implicación del país en el eje franco-alemán contra la crisis: es interés de todos y, sobre todo, de una Italia que se ha expulsado completamente por sí sola en los últimos años".

 
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