Xavi Hernández desatasca al F.C. Barcelona en Los Cármenes

El F.C. Barcelona sigue tocando el balón como nadie (93 jugadas de ataque en Los Cármenes), sigue abrumando a los rivales con su porcentaje de posesión de la pelota (70%), sigue creando ocasiones (7 tiros a puerta frente a ninguno del Granada)... pero también sigue demostrando que últimamente le cuesta demasiado rematar los partidos.

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En su regreso a Granada 35 años después tuvo que ser una jugada a balón parado la que desequilibrara el encuentro. Era una falta en la frontal del área de los rojiblancos. Xavi Hernández se encargó de ejecutarla y de su bota derecha llegó el único tanto del partido. La estirada de Roberto fue buena, pero mucho mejor el lanzamiento de Xavi, que supo poner la bola junto al palo.

De no haber sido por esa acción, el partido del F.C. Barcelona habría sido muy parecido al que le midió al Sevilla y en el que se estrelló contra Javi Varas: muchas ocasiones del equipo blaugrana pero muchas dificultades también para convertirlas en gol. Porque el Barça sigue combinando bien, pero parece que le cuesta hacerlo tan cerca de la portería como en sus mejores momentos. Y parece además que lo hace con una marcha menos, tal vez en cuarta.

No es una cuestión de rotaciones. Porque la salida de Iniesta del equipo permite que entre Cesc, cuyo arranque de temporada demostró a todos que es un jugador con sitio en el equipo. De hecho, el canterano Cuenca no decepcionó en su debut. No fue uno de los protagonistas del encuentro, pero dejó algunos detalles, como su disparo con la pierna derecha en la que su rosca se fue junto al palo del guardameta Roberto.

Messi es quizá el mayor exponente de las carencias que empieza a mostrar el F.C. Barcelona y que ponen de manifiesto su falta de frescura. No gozó de grandes ocasiones en Los Cármenes y no fueron frecuentes las veces en las que, como otros partidos, encontró un socio al que habilitar en la frontal del área.

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Incluso evidenció su falta de gol lejos del Camp Nou, aunque esta vez no por su culpa, sino por la del defensa del Granada Mainz, que salvó bajo los palos el disparo suave con el que había superado a Roberto para marcar el segundo gol que nunca llegó.

En Los Cármenes, como en el Camp Nou ante el Sevilla, el Barcelona volvió a demostrar que lo suyo es el fútbol y no el frontón. Y por lo visto en los dos encuentros, en los que ha quedado patente cierta espesura en ataque, esta temporada el equipo de Guardiola está condenado a enfrentarse a equipos cerrados en su campo y con la única intención de no recibir un gol.

Por su calidad, el F.C. Barcelona ganará casi todos esos encuentros, pero la experiencia del partido ante el Sevilla demuestra que o encuentra la forma de volver a atacar a los equipos que se encierran o perderá unos puntos de los que podría acordarse al final del campeonato en la carrera que mantiene contra el Real Madrid de Mourinho.