Dexia, ejemplo de la fragilidad del sistema bancario europeo

La mayor parte de su exposición a deuda soberana la tiene con Grecia, pero Dexia también tiene participación importante en deuda portuguesa, italiana y española. En total, el riesgo de crédito al que está expuesto Dexia está valorado en el doble de todo el Producto Interior Bruto de Grecia.

El Gobierno español ya ha dejado claro esta semana que los riesgos de Dexia no están en los bancos de nuestro país. La mayor presencia de Dexia en España es una sociedad para financiar infraestructuras que mantiene junto al Sabadell. La prensa belga viene especulando además en estos días con que el valor de Dexia y su presencia en los mercados belga y francés hace atractivos negocios de la entidad para otros grandes bancos y han citado incluso al BBVA y al Santander.

En 2008 tuvo el primer aviso al venirse abajo su liquidez, dependiente entonces de las hipotecas basura de EEUU. Dexia dejó de ser noticia después y en julio de este mismo año era una de las entidades europeas que superaba con mejor nota los test de estrés. El gobierno belga aseguraba entonces que no haría falta inyectar capital en el banco.

El rescate de Dexia pone de manifiesto que esas pruebas a la banca no tuvieron realmente en cuenta los efectos de un impago de un país. Dexia posee casi 4000 millones de euros en bonos griegos y ha caído en Bolsa casi un 60% en lo que va de año. Cifras provocadas directamente porque Dexia no recibe el dinero que Grecia le debe.

Hace 3 meses, este panorama parecía imposible, pero ahora la situación de Dexia arroja nuevas conclusiones. Es la primera entidad europea afectada de esta manera por los impagos de un país. Entra por tanto aquí el temor a un contagio y cobran por tanto más importancia las palabras de Sarkozy y Merkel sobre la recapitalización de la banca. Por último, arroja dudas sobre cómo se elaboran los test de estrés a la banca.

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