¿Dónde meter la tijera?

Casi todos los Gobiernos autonómicos optan por recortar en organismos públicos y coches oficiales. Pero, además de esto, hay diferencias significativas entre las partidas afectadas en unas comunidades y otras.

Algunas gobernadas por el PP han optado por reducir puestos de interinos y empleados públicos en educación y sanidad. Es el caso de Castilla-La Mancha, Madrid, Baleares o Galicia. Otras, como Murcia o Castilla y León, reducen ayudas a la dependencia y a discapacitados, mientras que Aragón o Galicia dejan de financiar los libros de texto según el nivel de renta.

Castilla-La Mancha, Baleares, La Rioja y Valencia quitan liberados sindicales y Extremadura opta por obligar a los diputados a comer menú del día, beber agua del grifo, viajar en clase turista y tener un gasto telefónico limitado a 250 euros mensuales. En Cataluña, CiU, aparte de los recortes en sanidad y educación, se prevé la entrada del sector privado en los hospitales públicos. En las escuelas se congelan las plantillas, mientras aumenta el número de alumnos.

El PSOE gobierna en Andalucía y Euskadi. Ahí no se toca la educación ni la sanidad, y se recorta de otras partidas como la licitación de obras públicas, reducción de horarios en edificios públicos o racionalización del gasto farmacéutico, algo que también hace Navarra, donde gobierna UPN con el Partido Socialista. Asturias, donde tiene el mando Álvarez Cascos, no ha hecho anuncio de recortes, aunque sí ha dicho que habrá que prescindir de gastos superfluos. Y en Canarias, el Ejecutivo de Coalición Canaria y PSOE ha decidido, entre otras cosas, controlar estrictamente el cumplimiento de la jornada laboral de los funcionarios.