Messi y Fàbregas arreglan el lío de la pizarra de Guardiola

El Valencia consiguió desconectar a un Barça que reclamó dos penaltis, uno de ellos en la última ocasión del partido sobre Messi El Barça se presentó en Mestalla con solo tres defensas -Mascherano, Puyol y Abidal- y con Daniel Alves de extremo. El experimento no funcionó y el Valencia encontró una autopista por la banda izquierda del ataque che. Mathieu se consagró como extremo ante su gente y desde sus botas nació todo el peligro del Valencia durante la primera parte. En el minuto 12 el francés puso un centro raso que Abidal golpeó para marcar el primer gol de los locales. El francés no se entendió con Víctor Valdés y marcó en su propia portería. La alegría valencianista fue breve y escasa, acto seguido el Barça empató el partido gracias a una jugada «made in» La Masía. Pedro se la dio a Messi, este a Cesc, el catalán de tacón al argentino y el «10» le regaló el gol a un Pedro que solo tuvo que cruzar la pelota al fondo de la portería. Tras el gol el Barça pidió penalti tras una entrada de Rami sobre Messi dentro del área, el colegiado Velasco Carballo no lo consideró como tal pese a la protestas culés. Antes del descanso el Barça volvió a levantar la barra de su autopista de la banda derecha, Alves atacando y Mascherano perdido dejaron que Mathieu volviera a centrar la pelota para que Abidal fallase en el cierre y Pablo Hernández, libre de marca, fusilara a Valdés para poner de nuevo al Valencia por encima en el marcador. Pudo sentenciar el Valencia antes del descanso tras otra jugada de Mathieu, libre de toda oposición por la banda izquierda. El centro le llegó a Soldado, que solo, casi sin portero, en el área pequeña remató fuera del área un balón que olía al tercer gol che. Al descanso se llegó con un Barça perdido sobre el césped de Mestalla. Sin tocar como acostumbra y dejando entrever sus carencias defensivas Guardiola no daba con la tecla y veía como su pizarra fallaba estrepitosamente. Para remediarlo, el entrenador del Barça volvió a la defensa de cuatro con Alves de lateral. El Barça, con Keita perdido y Busquets ausente era incapz de lleva peligro a la meta de un Guaita sin casi trabajo durante los primeros veinte minutos de la segunda mitad. El cambio de sistema y los cambios recuperaron al Barça Para tratar de sacar algo positivo de Valencia Guardiola dio entrada a Adriano, Villa y Thiago casi de forma consecutiva. El resultado dio efecto y poco tardó el Barça en empezar a ser el de siempre. Con un Messi hiperactivo el equipo culé tuvo cerca el empate en múltiples ocasiones. Primero un disparo lejano de Mascherano que se fue por poco y después con un mano a mano de Messi que Guaita sacó de forma espectacular. A la tercera fue la vencida y, una vez más, Messi encontró a un compañero. Y una vez más ese compañero era de Cesc Fàbregas, el «4» del Barça se ha convertido en el mejor socio de Messi y fruto de esa asociación llegó el empate. El pase de Messi llegó a las botas de Fàbregas, que solo ante Guaita empató el partido. El gol animó más aún al Barça que estuvo muy cerca de culminar la remontada. Tras un pase antológico de Messi, Villa se encontró con Guaita cuando se cantaba el tercero y, acto seguido, Miguel salvó bajo palos otra llegada culé. Antes del final, polémica otra vez. Miguel golpeó a Messi cuando intentaba despejar la pelota. Velasco Carballo, un vez más, hizo oídos sordos a las protestas del argentino. El empate dejo descontentos a ambos. El Valencia supo frenar al Barça y atacarlo pero no consiguió materializar el dominio en una victoria. Mientras, el Barcelona se hizo un lío con la pizarra, pasó de tres defensas a cuatro y volvió a tres. Messi y Cesc salvaron a Guardiola del lío en Mestalla

Messi y Fàbregas arreglan el lío de la pizarra de Guardiola

El Barça logra un empate en Mestalla ante un gran Valencia que secó al Barça en la primera mitad y se aprovechó de las debilidades defensivas de los culés durante todo el partido

Alejandro Rodríguez

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