Persisten las diferencias en el seno del G-7
Anoche se discutió la redacción de un comunicado con la dificultad evidente de que americanos y europeos mantienen posturas muy distintas en cómo afrontar la salida de la crisis. Expansión de un lado y rigor del otro
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet(EFE)
Convocada como una reunión informal y, por tanto, sin conclusiones escritas, la urgencia de la situación económica ha aconsejado a los responsables d elas fnanzas de los siete países más industrializados del planeta lanzar el mensaje de confianza que le exigen instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional, presente en esta reunión, o la OCDE.
La reunión de los ministros de finanzas del G7 se saldó anoche sin un llamamiento conjunto, en forma de comunicado, a una actuación coordinada que devuelva la confianza a los hogares y a las empresas en una situación de la economía mundial muy delicada.
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Al final fue el ministro de finanzas francés, François Baroin, como anfitrión del encuentro quien trazó, en conferencia de prensa, las líneas generales de los debates al señalar que los países del G7 están dispuestos a aportar "una respuesta internacional fuerte y coordinada" a la ralentización del crecimiento mundial. No obstante, el propio Baroin tuvo que reconocer que aún se está a la búsqueda de un punto de equilibrio a la hora de combinar reducción de déficits y apoyo al crecimiento.
El plan de inversiones que ha presentado el presidente Obama no está al alcance de los países de la zona euro ocupados en sanear sus finanzas mediante, precisamente, el recorte del gasto. Se reprocha a EE UU, desde el otro lado, seguir incrementando el peso de la deuda a pesar de la rebaja de la nota por parte de las sociedades de notación este verano.
Por su parte el responsable del tesoro, Timothy Gardner, considera que la Unión Europea mantiene el suspense sobre la grave situación que atraviesa Grecia. Así las cosas, la existencia de un comunicado conjunto puede ser una buena conclusión para la reunión de Marsella, que termina este sábado.
