La Unión Europea sanciona a Siria embargando el crudo de ese país para castigar la represión
Además, los Veintisiete han inmovilizado capitales de personas físicas y entidades que son "responsables de la represión"
El embargo acordado por la Unión Europea al petróleo procedente de Siria comienza este sábado junto con otras sanciones a personalidades y empresas del régimen de Bachar al Asad, a fin de incrementar la presión política y económica por la violenta represión que lleva a cabo en el país. Por su parte, Rusia se ha mostrado contraria a las sanciones.
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Las medidas han sido publicadas en el Diario Oficial de la UE e incluyen la "prohibición de la compra, importación o transporte desde Siria de petróleo crudo y productos petrolíferos", así como la inmovilización de capitales y recursos económicos a nuevas personas y entidades que se beneficien del régimen o que les presten apoyo.
Según se dispone, este nuevo reglamento "deberá entrar en vigor inmediatamente", aunque en el caso del embargo de petróleo puede solicitarse una moratoria hasta el 15 de noviembre para respetar contratos en vigor y si el retraso se solicita en un plazo de tres días hábiles. De hecho, durante la negociación en el Consejo de la UE de las nuevas medidas restrictivas a Siria, Italia -uno de los principales importadores de crudo sirio- presionó para retrasar la fecha del embargo.
Con esta sanción los Veintisiete pretenden reducir los medios de financiación del régimen de Asad, que vende el 95% de su petróleo a Europa. No obstante, para la UE la medida no supone un gran impacto, ya que el petróleo sirio sólo representa un 1,5 por ciento del total de las importaciones (sólo España, Alemania, Italia, Holanda, Francia y Austria compran petróleo a Siria).
Por otra parte, la UE ha publicado en su Diario Oficial la identidad de las cuatro personas -todas ellas de nacionalidad siria- y las tres entidades que pasan a engrosar la lista de aliados de Asad a los que se prohíbe viajar a suelo europeo y se les han congelado activos. Todos ellos han sido identificadas por el Consejo como "personas responsables de la violenta represión ejercida contra la población civil de Siria", o como personas y entidades que se benefician del régimen o le presten "apoyo".
Con anterioridad, la UE ya había sancionado a 50 personas vinculadas con el régimen, incluido el presidente, y a una decena de empresas y entidades próximas al Gobierno, además de imponer un embargo de armas y de materiales utilizados para la represión.
Los ministros europeos de Exteriores, reunidos en un encuentro informal en Sopot (Polonia), seguirán discutiendo nuevas medidas de presión económica y política contra el régimen sirio, aunque no está previsto que concreten por el momento más sanciones, según declaró ayer la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.
Rusia, contraria a las sanciones
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha reafirmado la postura rusa contra la imposición de sanciones unilaterales y ha criticado el embargo decretado por la Unión Europea sobre las importaciones de petróleo procedentes desde Siria.
"Siempre hemos dicho que las sanciones unilaterales no llevan a ninguna parte. Esto destruye el enfoque de socios ante cualquier crisis" ha apuntado. Además ha señalado que, en su opinión, "las sanciones rara vez resuelven algo".
Desde el comienzo de la crisis en Siria, Rusia, al igual que China, se ha opuesto de manera terminante a cualquier tipo de sanciones contra el régimen del Bachar al Asad.