El Barça empieza la Liga con una 'manita' al Villarreal

El vigente campeón de Liga arrancó el campeonato con la debilidad que ha arrastrado durante toda la pretemporada: las bajas en defensa. Sin Piqué, Puyol, Adriano, Maxwell, ni Alves, Guardiola improvisó una defensa de tres con Busquets, Abidal y Mascherano, con Keita como medio centro defensivo. Una fórmula que comenzó dando buenos resultados al conjunto culé que poco tardó en hacerse con los mandos del partido.

La improvisada defensa de Guardiola apenas tuvo trabajo en los primeros compases del partido gracias a la labor del centro del campo, del que no tardaron en apoderarse Iniesta y Thiago. Es por ello que las ocasiones se sucedían a favor del Barça. La más clara fue la de Messi que consiguió ganarle la espalda a Gonzalo y chutar abajo en un disparo que consiguió atajar Diego López. La presión blaugrana no cesaba y a la salida del córner Busquets mandó el esférico al larguero.

Pero el peligro de Rossi y Nilmar acechaba y cada pérdida del Barça en la medular del campo se convertía en una oportunidad para el club castallonense. Pero los jugadores blaugranas hilaban los pases y mantenían el balón, una circunstancia que suele acabar en gol. Fue Thiago quien confirmó la regla cuando después de recoger el balón en el centro del campo, llegó al balcón del área donde, rodeado por hasta cuatro 'amarillos', no encontró opción de pase y se atrevió a chutar. Un disparo cruzado a la izquerda de Diego López, que no alcanzó a despejar el guardameta gallego.

Un contratiempo que no intimidó al Villarreal, que en la siguiente jugada respondió con un disparo de Rossi. Y es que, las premisas del Villarreal eran claras: balones largos. Mientras tanto, el Barça se empeñaba en buscar una y otra vez la espalda de los centrales que no concedían opción alguna sabedores de que, al igual que el medio del campo blaugrana, cualquier fallo se podía pagar muy caro, con toda la artillería que atesoran ambos conjuntos.

Y cuando el Villarreal empezaba a controlar más el balón saltó a escena la genialidad de Messi que resquebrajó la solidez defensiva del Villarreal para poner un pase entre líneas a Cesc Fàbregas, que dribló a Diego López e hizo el segundo tanto del Barça en su estreno liguero. Un estreno que no fue nada dulce para el Villarreal, que nada más saltar al terreno de juego en la segunda mitad se encontró con el gol de Alexis. El ímpetu del 'submarino amarillo' se truncó con un pase en profundidad de Iniesta que aprovecha lo adelantada que estaba la zaga para poner el balón en los pies del delantero chileno que disparó al palo largo para batir a Diego López, que por tercera vez tenía que sacar el balón del fondo de su portería.

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Un lugar al que tardó poco en volver la mirada de nuevo el guardameta gallego que presenció cómo, tras la combinación en la frontal del área entre Cesc e Iniesta, el manchego encontró un resquicio entre la defensa para mandar el esférico a Messi que le dribló para hacer su gol número 100 en el Camp Nou.

Para entonces, el partido ya tenía solamente un color. Con el Barça completamente volcado en el campo contrario, la sentencia llegó en el minuto 29, cuando Messi, tras recibir entre líneas, mandó un balón largo al corazón del área para Thiago que, convertido en extremo, esperase la llegada del argentino que consiguió eludir la salida de Diego López que, por quinta vez en el partido, vio cómo el balón volvía a colarse en su portería.

Pero ahí no acabó el partido. La presión, la intensidad del Barça seguían siendo altísimas. Gracias a la labor de Guardiola, hasta Valdés cumplía sacando las escasas ocasiones de las que gozó el Villarreal. Un conjunto que tan solo pudo ser testigo del festival de un Barça que intentó igualar la marca goleadora del Madrid, pero que tuvo que contentarse con iniciar la Liga en segunda posición de la tabla.