Comienza la exhumación de 250 personas fusiladas y enterradas en un parque
Son los restos de 250 personas represaliadas durante la Guerra Civil Española y enterradas en lo que fue el cementerio de Palencia y hoy es el parque de La Carcavilla
Este martes a primera hora de la mañana comenzaba a trabajar la máquina que destapará las fosas de este sector del antiguo cementerio, hoy un parque infantil y el lugar donde están al menos 250 personas, de los 495 represaliados que hay enterrados en lo que fue el camposanto municipal.
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El ruido de la máquina lo han seguido muy de cerca los numerosos familiares de las víctimas, apostados en los alrededores con la esperanza y la ansiedad dibujadas en la cara y los ojos fijos en la máquina que ha comenzado a devolverles la paz que se les arrebató en el pasado. "Siempre es el mismo gesto. Las mismas caras de expectación y de angustia", ha manifestado Manuel Muñoz como representante de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia. Y es que esta vez cambia la magnitud de la exhumación, la más grande que se acomete en Palencia, pero no "la sensibilidad y los sentimientos" que envuelven este tipo de actuaciones.
La expectación es también mayor porque afecta a muchas localidades de la provincia, unas 25 además de la capital, ha recordado Muñoz. De algunas de ellas, como Dueñas, Monzón o Villaviudas, han ido llegando familiares, que se han sentado en los bancos de lo que fue el sector 1 de cementerio, ocupado hoy por una zona de juegos infantiles dentro del parque palentino de La Carcavilla.
Félix, Pilar o Nico ponen nombre a una historia común que se repitió infinidad de veces, la del padre, el hermano, la madre, arrancados de su familia por nada o por ser afines a la República, o pertenecer a un sindicato, o ser alcaldes, concejales o diputados.
Más de 70 años después Félix o Pilar quieren recuperar a su padre, el primero para depositarlos junto a su madre y que descanse en paz, y así descansar él también "de una vez por todas" porque "el rencor se disipa con el tiempo pero el recuerdo perdura siempre", ha asegurado. La segunda porque ni siquiera le conoció aunque lleva setenta años sabiendo donde están sus restos "pisoteados" por todo el que pisa este parque.
La historia de Nico no es muy diferente, busca a su cuñado para enterrar sus restos junto a los de sus padres y hermanos. Su delito: ser el tesorero de las Juventudes Marxistas y por eso lo mataron con 25 años. "Conocemos a su verdugo, pero no queremos remover nada, solo recuperar sus restos para que descanse con su familia, con la dignidad que se merece cualquier persona", ha asegurado.
Almudena García, de la Unidad de Antropología de la Universidad Autónoma y la arqueóloga encargada de los trabajos, ha explicado que en este caso la complejidad es relativa porque todo está muy bien documentado ya que se cuenta incluso con los planos donde están las fosas, se conocen los nombres y apellidos de todas esas personas, incluso el historial y los datos del juicio sumarial que los condenó a muerte.
Los trabajos de exhumación, que se prolongarán durante un mes, cuentan con una subvención del Ministerio de Presidencia concedida a cuatro agrupaciones de familiares creadas para tal fin, y con la colaboración de los voluntarios de las asociaciones para la recuperación de la Memoria Histórica de Palencia, Valladolid y Aranda de Duero.