Día 11. Anselmo y Cabrera delante de un toro
Ayer dejamos la estación invernal y nos hemos venido a Toulouse, a un hotel muy cercano al aeropuerto en el que hemos vuelto a coincidir con casi toda la prensa española. Es un hotel enorme, en el que suelen hospedarse las tripulaciones de las distintas compañías aéreas que operan aquí. No tiene nada que ver con la residencia de los últimos días, pero también tuvo su encanto.
(CADENA SER)
Eran apartamentos de una habitación, con su cocina y su salón en la misma estancia, y con una terraza que daba a algunas de las pistas de esquí, que en verano son enormes praderas verdes, en las que apetece pasarse el día al sol. Cada año, en verano, aprovechando que es temporada baja, hace una 'fiesta de la montaña'. Este año, además, ha coincidido con el día de descanso del Tour, y prepararon todo tipo de actos desde primera hora de la mañana. La noche la despedimos con una impresionante descarga de fuegos artificiales, después de algunos conciertos de música folk, ante miles de personas que se acercaron a la estación invernal.
Ya os conté que me pasé el día de rueda de prensa en rueda de prensa. Anselmo Fuerte y Ángel Cabrera, mientras, corrieron su pequeño encierro de San Fermín. Le echaron valor, se pusieron la camiseta blanca, se plantaron ante los toros... ¡Y se hicieron una foto! Tampoco están para más, la verdad. Cabrera se atrevió, incluso, a coger a uno de los toros por los cuernos, Markínez le hizo una foto y la colgó en twitter. Lo que no explicó es que eran mansos. Vamos, que corren más peligro en la cabina de transmisiones de la SER que delante de esos animales.
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Daba gusto dormir allí, con unos 15 grados, con tu mantita por encima, lejos del calor que tiene que haber ahora mismo en Madrid o en Toulouse, por no irse muy lejos. Y con este frío, o con este calor, según se mire, hemos desayunado hoy con L'equipe. Publicaba el diario francés que Alberto Contador ha pensado en bajarse de la bicicleta y dejar el Tour. Por la mañana me ha dicho que sí, pero que lo hará el próximo 24 de julio en París. Los franceses son muy injustos con él. Lo fueron el primer día y lo siguen siendo ahora, porque estoy seguro de que muchas veces pretenden desestabilizar al de Pinto.
Alberto tiene mucho mérito por correr el Tour después de haber ganado un Giro, por seguir en carrera después de todos los problemas y las caídas que ha tenido, por mantener la cabeza tan bien amueblada a pesar de las presiones de los franceses y por enfrentarse a todos los rivales, que sólo se fijan en él. Lo bueno es que por fin ha tenido un día tranquilo y ya estamos a sólo dos jornadas de que comiencen los Pirineos. Espero que haga buen tiempo, o no. Quizás nos venga mejor la lluvia.
