'Afroflamenco' para revitalizar Senegal | 04-06-2011

Los que saben de música lamentan las pocas oportunidades que tiene la nueva cultura senegalesa para abrirse paso. Más si tenemos en cuenta que Dakar fue una de las capitales de referencia del África negra en todos los sentidos. Hoy, la falta total de industria musical y la vigencia de un gobierno obsesionado con la gloria de su presidente son los principales obstáculos de los jóvenes artistas. El Flamenco aportó anoche su pequeño grano de arena para invertir esta situación.

Es probable que los senegaleses lo conozcan desde hace tiempo y que incluso muchos hayan tenido oportunidad de escuchar a algún artista en directo. Lo que parece claro es que el Festival 'Afroflamenco' que organiza la Embajada de España lo ha hecho mucho más popular. En su tercera edición, ha conseguido reunir a miles de personas en la Plaza del Obelisco de Dakar.

Las estrellas de la noche fueron Antonio Carmona y Youssou N´Dour, el artista senegalés de mayor proyección internacional y héroe popular, a la vista de la acogida que obtuvo del público cuando saltó al escenario. La telonera de ambos fue Njaaya, una joven cantante local que, según los expertos, ha conseguido romper el corsé del mbalax, el estilo musical tradicional de este país basado en la percusión. Su voz profunda y su entrega en el escenario consiguieron hipnotizar a los vecinos de Dakar, muchos de ellos niños que dejaron por un rato el balón y las cangrejeras de los pies para escuchar en directo las canciones y proclamas contra la violencia de esta dama.

Antonio Carmona, el gitano entre los gitanos -como le presentó el speaker-, tuvo la labor de despertar al público del letargo a golpe de cajón flamenco, guitarra y palmas. ¿Sabéis lo que es el Flamenco? -preguntaba el animador- Desde anoche sí lo conocen... Carmona interpretó una combinación de temas de su etapa en solitario y un par de clásicos de Ketama. Los elegidos, como no podía ser de otra forma, fueron "No estamos locos", que aprovecharon los indignados en Dakar para hacerse visibles, y el "Vente pa´Madrid", entonado por parte de la colonia española en Senegal que se subió al escenario, incluido el embajador que ya había aparecido en las alturas para dar palmas y animar a la audiencia.

Con el público ya en caliente, apareció N´Dour y llegó el delirio. La estrella senegalesa y Carmona compartieron micro por unos minutos en una curiosa fusión de flamenco y mbalax con la que comulgó el público en un tema dedicado a Dakar. Fue el mejor ejemplo de que las raíces de la música senegalesa y el Flamenco tienen mucho más en común de lo que parece y quizás mucho más potencial y futuro si cada vez más gente se anima a revitalizar la cultura de este país.

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