La negociación colectiva, al borde del abismo
La patronal propone ahora medidas más duras que los sindicatos encuentran inasumibles. Este miércoles se celebrará una nueva reunión, aunque los negociadores ven difícil que se reconduzca el diálogo.
La exigencia de una posición negociadora más dura que una parte de CEOE transmitió a su presidente la semana pasada se ha trasladado a la mesa de diálogo entre patronal y sindicatos; y con ella, el riesgo de que las conversaciones sobre la reforma de los convenios fracasen. Según fuentes de la negociación, el replanteamiento de la negociación que ha hecho la patronal en la reunión mantenida este lunes es tan duro que se encuentran con el rechazo frontal de los sindicatos.
Más información
- Sindicatos, empresarios y gobierno abren una nueva mesa para hablar de empleo
- "Día D" para la negociación colectiva: 6 de junio
- Se acerca la posibilidad de acuerdo en negociación colectiva
- Nuevos retos tras la negociación colectiva: evolución salarial e iniciativas por el empleo
- Patronal y sindicatos rompen el proceso de negociación colectiva
- Última oportunidad para la negociación colectiva
- Negociación colectiva: qué separa a sindicatos y empresarios
Estas fuentes apuntan a que la presión que la patronal madrileña CEIM y otras organizaciones han hecho sobre el líder de la CEOE, Joan Rosell, ha supuesto una recuperación de "posiciones maximalistas que no se veían desde hace semanas". Las diferencias se han evidenciado en el encuentro de este lunes: los interlocutores habían quedado para empezar a redactar un texto de consenso, y se han encontrado en cambio con un nuevo documento de la patronal.
El papel de CEOE plantea "ir más allá de lo que lo hace la reforma laboral" en materia de flexibilidad interna, que la última palabra en los cambios de condiciones de trabajo la tenga el empresario, que cuando un convenio expire "desaparezca su parte normativa" y dejar fuera del convenio durante dos años a las empresas pequeñas que comiencen su actividad. También quieren que un importante volumen de la plantilla, todos aquellos que tengan un cierto nivel de responsabilidad, puedan quedar fuera de convenio.
Una reunión más
Las partes han quedado en celebrar un nuevo encuentro el miércoles que viene con la esperanza de reconducir las posibilidades de acuerdo, pero las fuentes consultadas lo ven muy difícil. "Se pueden producir milagros, pero tal y como están ahora las cosas es muy difícil", aseguran.
Si los últimos esfuerzos de los negociadores fracasan, el gobierno ya ha avisado por activa y por pasiva que legislará por su cuenta. Lo repitió la semana pasada el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que señaló el Consejo de Ministros del 10 de junio como fecha límite. "No hay tiempo material" para hacer otra cosa, aseguraba, si se quiere que la reforma se apruebe en esta legislatura.