Republicanos y demócratas negocian para evitar el cierre del Gobierno de EEUU
Lo que se dirime esta noche en el Capitolio no es una negociación presupuestaria: es una batalla ideológica entre la izquierda y la derecha, y una muestra de cómo va a ser la vida política en Washington cuando haya un demócrata en la Casa Blanca pero una Cámara de Representantes con mayoría republicana. Los dos partidos han negociado y han acordado los recortes en el gasto público que ambos querían. Ha habido acuerdos en 60 disputas en las que estaban enfrentados. Los republicanos, por ejemplo, han logrado menos partidas dedicadas al fomento de políticas medioambientales y los demócratas han sacado adelante un recorte sustancial de fondos para el Departamento de Defensa.
Pero después de meses de negociación, queda un único escollo frente al que nadie quiere dar su brazo a torcer: los demócratas quieren mantener las ayudas a la planificación familiar y la cobertura a mujeres sin recursos; los republicanos dicen que ese gasto es perfectamente prescindible. Ellos insisten en que no tiene nada que ver con ideología, sino con la necesidad de recortar allá donde se pueda, decía el presidente republicano de la Cámara, John Boehner: "Sólo hay una razón, y es reducir el gasto. Estamos cerca de un acuerdo en casi todo, pero la gente quiere saber cuándo van a actuar en serio los demócratas y la Casa Blanca para recortar el gasto".
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Sin embargo, los demócratas insisten en que esa cuestión que queda por resolver no es presupuestaria sino ideológica. Harry Reid es el líder en el Senado: "El Tea Party, entre otros, está intentando hacer avanzar una agenda social extrema que no tiene nada que ver con el presupuesto. Y quieren dar la espalda a las mujeres incluso si es a costa de cerrar el país, porque eso es lo único que queda pendiente. Esa una agenda extrema". Ha hecho después, desde su escaño, una declaración personal de principios: "Los republicanos me están pidiendo a mí que sacrifique la salud de mi mujer, la de mis hijas y la de mis nueve nietas. Me están pidiendo que sacrifique la salud de las mujeres en todo el país. Y no pienso hacerlo. Como senador, siento frustración. Como estadounidense, estoy horrorizado. Como marido, padre y abuelo, me siento personalmente ofendido."
Los republicanos quieren una extensión temporal para seguir negociando, pero los demócratas no lo aceptan porque lo consideran una maniobra política inservible. Lo cierto es que a esta hora, después de haber negociado y pactado decenas de miles de millones en los acuerdos presupuestarios, unos y otros están enfrentados por una partida de solo 300 millones, una auténtica minucia en el contexto general. De seguir así, se producirá lo que suele llamarse un 'cierre del Gobierno', aunque no es tal: seguirán funcionando todos los servicios esenciales o de seguridad nacional, pero sí afectará a cientos de miles de empleados públicos que no tendrán que ir a trabajar el próximo lunes porque el gobierno no tiene dinero para pagar sus sueldos. Por eso cerrarán desde museos a parques nacionales, pasando por oficinas de tramitación de pasaportes o de visados, e incluso cerrarán todas las delegaciones de Hacienda y dejarán de tramitarse revisiones o devoluciones.
- <a name="despiece2"></a>¿Qué pasaría si no se logra el acuerdo?
Javier del Pino
Dirige y presenta 'A vivir que son dos días', sábados y domingos de 8:00 a 12:00 h. Una mirada distinta,...