Once inmigrantes muertos al naufragar una patera frente a la costa de Lampedusa

La situación se tensa en la isla, mientras que Berlusconi se compra una casa y promete presentar a Lampedusa como candidata al Nobel de la Paz

"Es una situación dramática la de Lampedusa, un gran problema con el que Europa tiene que ayudarnos, o nosotros solos no podremos hacerle frente". Así ha descrito la situación en la isla italiana Pier Ferdinando Casini, líder del partido democristiano italiano, tras visitar la isla.

Si bien ayer, con la visita del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el flujo de inmigrantes se vio reducido, lo cierto es que es una constante. Cerca de 7.000 personas han arribado a la isla desde que comenzaron las revueltas en los países árabes y sobre el terreno se vive una auténtica crisis humanitaria. 2.000 inmigrantes se quedaron sin comida el pasado martes.

Berlusconi ha visitado este miércoles Lampedusa. Allí ha anunciado que se ha comprado una casa, llamada Dos Palmas, y la ha visitado, acompañado por el comisario para la emergencia en Lampedusa y numerosos guardaespaldas. Una visita que le ha valido una bronca en el Parlamento italiano. "Es una vergüenza - ha sentenciado Pierlugi Bersani, líder del Partido Demócrata, el principal de la oposición, en el Parlamento - una vergüenza que Berlusconi haga demagogia, llevándose allí los focos, comprando la casa y aquí el salvoconducto", en referencia al proyecto de reforma de la justicia. "Nunca habíamos visto una cosa así, ni con la crisis de Kosovo en los noventa" - añadió.

En medio de esta crisis migratoria, por la que ha ya dimitido el secretario de Interior italiano, Berlusconi ha anunciado también que los inmigrantes serán repatriados a Túnez o trasladados a otros puntos de Italia, lo que ya ha generado protestas en algunas ciudades, como Pisa. "Contamos que en dos días, aproximadamente, solo queden en Lampedusa ciudadanos de la isla" - ha dicho sobre ella Il Cavaliere.

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En las últimas horas, guardacostas tunecinos han rescatado a 300 inmigrantes procedentes de Libia, después de que el barco en el que iban a bordo sufriese una fuga de agua. Han sido trasladados a Ras Jdir, en la frontera tunecina. Estos han corrido más suerte que los últimos encontrados en el estrecho de Sicilia: una embarcación con 17 inmigrantes a bordo, 11 de los cuales han perdido la vida.