El cerebro de La Roja cumple 100 partidos
El 15 de noviembre del año 2000 quedará en la historia de la selección española por ser la fecha del primer partido y convocatoria de Xavi Hernández con la roja. Más de once años después, el jugador blaugrana es soporte y seña del combinado nacional, a punto de cumplir su más que referencial centenario.
Su primera convocatoria llegó con 16 años, en Madrid, con Teodoro Nieto como técnico de la Federación. Era el año 1997 y Xavi iría convocado al Mundial sub 17 con Casillas, Corona o Sousa, entre otros. El ganador de este torneo resultó ser el Brasil de un tal Ronaldinho. España quedó tercera.
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Dos años después, en el Mundial sub 20 de Nigeria, nuestro país fue campeón bajo un calor asfixiante, súbitas fiebres y opresivas polvaredas. Hubo conato de plante pero las jóvenes promesas del fútbol español, los Aranzubia, Xavi o Marchena de turno, aguantaron. Por aquel entonces Xavi era conocido como 'pelopo' y el seleccionador, Iñaki Sáez, definió esa selección como la 'quinta del Pelopo'. El término lo apoderaba todo en las convocatorias.
Cuando fue punto de referencia de las selecciones inferiores, Camacho le convocó por primera vez para disputar un amistoso con la absoluta frente a la selección de Holanda en la Cartuja (1-2). Debutó frente al mismo Louis Van Gaal que había apostado primerizamente por él en el F.C. Barcelona.
Xavi había llegado al centro de formación catalán a los 11 años, tras meter tres goles en la prueba de acceso, con el 4 a la espalda. Para muchos era el perfecto molde de centrocampista de la Masía, la evolución de la filosofía que instauró Cruyff a finales de los años ochenta. Esa que permitía al Barça jugar con una fluidez exquisita en ataque, así también en defensa.
Pero el camino en la selección no fue fácil. Se quedó fuera de la Eurocopa del 2000, tras la que se sucedieron los decepcionantes cuartos de final del Mundial de Corea del Sur y Japón del año 2002, la Eurocopa de Portugal del 2004 en la que España cayó en primera fase o una grave lesión en la rodilla derecha, producida seis meses antes del Mundial de Alemania 2006, que le impidió estar en plena forma en una cita en la que los españoles se despidieron en octavos de final.
Con el toque llegó la gloria
Con Luis Aragonés las derrotas fueron acompañadas de un cambio de mensaje. La Selección reinterpretó el juego, dándole un nuevo sentido al estigma de la Furia Roja. Y el de Terrassa fue haciéndose indiscutible en la Selección, a la par que lo hacía en el Barcelona. Sin prisas, como su juego, prudente y sereno, lejano a los acelerados biorritmos de otros centrocampistas, encontró esa trampilla secreta del pase. En el combinado nacional se creó un código interno que funcionaba a la perfección: Xavi ordenaba, Iniesta secundaba con maestría y el resto del equipo respondía sin vacilaciones.
Así logró España la Eurocopa del 2008, de la que Xavi fue designado mejor jugador del torneo. Una única cifra resumió por sí sola su aporte indispensable al título: 11,466 kilómetros. Ésa fue la distancia recorrida por el jugador del Barcelona en la final disputada ante los alemanes.
"España le ha hecho un gran favor al fútbol", decía tras la cita en una entrevista concedida a El País. No sabía entonces que tan solo dos años después alzaría la copa de campeona del Mundo en Johannesburgo, ni que se quedaría a las puertas de lograr el Balón de Oro. Porque si bien es cierto que el Barcelona ha llevado su nombre por todo el mundo, ha sido la selección la que le ha coronado de forma definitiva.
Si juega el viernes contra la República Checa, Xavi se unirá al club de los 100, otros nacionales con 100 partidos en la selección, emblemas como Zubizarreta (126), Casillas (117) y Raúl (102). ¿Habrá fuelle para otros tantos? "De momento pienso en la Eurocopa, pero llegar a Brasil no estaría mal, ¿no?", decía esta semana en una extensa entrevista concedida en El País.
Con 99 partidos a sus espaldas, España se ha volcado ya a su juego irrepetible. Porque fuera de cualquier duda hoy existe La Roja de Xavi. Es esa Selección que nos lanzó a la calle aquel inolvidable 11 de julio.