El debate sobre la seguridad gana fuerza mientras mejora la situación en Fukushima
Las autoridades japoneses afirman que las mediciones no muestran un aumento significativo de la radiación pese al humo
El director general de la AIEA, Yukiya Amano, ha anunciado que una vez superada la crisis nuclear de Japón, la comunidad internacional debería considerar elevar los estándares de seguridad atómicos.
En su discurso de apertura de una reunión extraordinaria de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), ha dicho que el actual marco de respuesta "fue diseñado tras el desastre de Chernóbil (Ucrania) en 1986, antes de la revolución de las tecnologías de la información".
Más información
Por eso, "el papel del organismo en la seguridad nuclear debería ser reexaminado, junto con el rol de los estándares de Seguridad (del AIEA)", ha agregado Amano ante los representantes de los 35 estados miembros de la Junta.
El director general acaba de volver de una visita relámpago a Japón, su país de origen, para conocer de primera mano la situación en la planta de Fukushima, gravemente dañada por el terremoto y siguiente tsunami el pasado 11 de marzo. Allí pidió más información y transparencia de las autoridades japonesas sobre lo sucedido y los destrozos registrados en la central, que han causado alarma en todo el planeta.
Respecto a la situación en la central de Fukushima, Graham Andrew, asesor científico del organismo, ha dicho que existe una "continua mejora", aunque reconoció que "aún es demasiado pronto para decir que (la situación) está dejando de ser muy grave".
Situación de los reactores
El experto ha explicado que la presión en la vasija del reactor 3, que había subido a niveles preocupantes el domingo, ha vuelto a bajar. Por otra parte, se ha restablecido la electricidad en la unidad 2, lo que Andrew calificó como "positivo", mientras continúan los trabajos de restauración del flujo eléctrico en las unidades 3 y 4.
La AIEA sigue desconociendo los niveles y la temperatura del agua en las piscinas de combustible nuclear usado en las unidades 1, 2, 3 y 4, mientras que en las unidades 5 y 6 la temperatura está bajando, por lo que estas unidades no son motivo de "preocupación inmediata".
Respecto a la radiación en la zona en torno al desastre, los últimos datos recogidos el domingo señalan una contaminación de entre 2 y 160 microsievert por hora, en un radio de entre 16 y 58 kilómetros de Fukushima, con una tendencia a la baja.
La dosis máxima recomendada por las autoridades locales es de 1.000 microsievert por año, lo que significa que en el caso de 2 microsievert por hora las personas podrían permanecer allí unas 500 horas (unos 20 días) sin sufrir daños.