La defensa condena al Valencia y regala el pase al Schalke de Raúl

Dos goles de Farfán y otro de Gavranovic eliminan al equipo de Emery, que nunca supo jugar con el marcador a favor y fue rehén de sus errores defensivos de toda la temporada.

Contendían en Alemania dos equipos similares, tan talentosos e imprevisibles en ataque, como débiles en defensa. Sabedor de ello, el técnico guipuzcoano del Valencia preparó un equipo mixto que trataba de combinar la fuerza de Aduriz con el toque de Mata y Banega. Lo que a su vez condenaba al banquillo a Tino Costa y a Soldado.

Arrancó el cuadro de Emery timorato e impreciso. Ni Éver ni Mata eran capaces de imponerse a Kluge y a Matip. El primer aviso lo dio Mathieu en un corner, el jugador que mejor refleja las virtudes y los defectos del Valencia conectó un gran chuto desde la frontal del área que terminó relamiendo el poste.

Mientras los levantinos trataban de construir poco a poco y con mucha dificultad, el suizo Gavranovic, la gran novedad de Magath en la alineación de los mineros, empezaba a volver locos a los centrales de Emery. En una de las deslavazadas llegadas a las que acostumbra el Valencia, Topal hizo una maniobra digna de un extremo izquierdo inglés e incrustó el balón en la cabeza de Ricardo Costa, que literalmente adelantó al Valencia sin querer.

Con el partido a favor, el equipo español empezó a deshacerse poco a poco. En ningún momento supo si seguir atacando o encerrarse para defender la ventaja. Pese a todo, avanzaban los minutos y los 'che' mandaban. Sin embargo, en las postrimerías del final del primer tiempo, una falta en la frontal resultó magistralmente lanzada por la 'foquita' Farfán y las tablas subieron al marcador. Gol psicológico y doloroso para un equipo que ya andaba suficientemente desorientado.

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Tras la reanudación vino el jarro de agua fría. El balón rebotaba sin control por el centro del campo y en una de esas se coló en el área valencianista, una zona de libre circulación y anárquica cuanto al control del balón. La fatalidad también se alió con Guaita, el mejor del Valencia en los últimos partidos despejó un balón a los pies de Gavranovic, que con una carambola en los postes adelantó al Schalke.

Bien y mal, el equipo de la capital del Turia se vio obligado a despertar, pero ya iba detrás, una diferencia que a la postre jamás podría recuperar. A partir de ahí lo intentó y lo intentó, pero sin profundidad ni convicción. Emery movió ficha y sacó a Soldado y a Tino Costa. Disfrutaron de ocasiones Mata, Tino Costa y Mathieu, pero el gol jamás llegó.

Los últimos minutos retrataron al Valencia, que descuidó definitivamente su retaguardia sin ser demasiado efectivo en ataque. En uno de esos balones colgados que no llegaron a ningún sitio, Farfán encaró a Guaita e hizo el tercero para cerrar una eliminatoria demasiado cruel para los valencianos.

Con esta derrota, Emery añade un nuevo mérito a los rumores que apuntan a que no seguirá en el Valencia. Solo le exculpa la tremenda inexperiencia de un grupo de jugadores poco acostumbrados a duelos de altura. Mientras tanto, Raúl alarga su leyenda en la competición que mejor se le da.