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'La Ventana' en el Congreso de los Diputados 30 años después del 23-F

'La Ventana' desde el despacho de Zapatero en el Congreso de los Diputados

Los dos históricos políticos han compartido con Nierga sus recuerdos del 23-F(CADENA SER)

Para esta importante efeméride en la historia reciente española, Gemma Nierga se ha rodeado de la vieja guardia del periodismo español, gente como Rafael Luis Díaz, Manuel Hernández de León, Mariano Revilla, Ángeles Afuera o José Joaquín Iriarte. También las periodistas Nativel Preciado, Charo Zarzalejos y Julia Navarro recuerdan cómo vivieron esa noche. Algunos protagonistas de aquel día como Santiago Carrillo, Rodolfo Martín Villa y José Bono, tampoco se han querido perder este miércoles el programa especial de 'La Ventana' desde el Congreso.

Ángeles Afuera, Mariano Revilla, Manuel Hernandez, Gemma Nierga, Rafael Luis Díaz y José Joaquín Iriarte

Ángeles Afuera, Mariano Revilla, Manuel Hernandez, Gemma Nierga, Rafael Luis Díaz y José Joaquín Iriarte

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Rafael Luis Díaz, el periodista de la SER que cubrió el golpe, recordaba cómo para un periodista aquella sesión tenía poco interés porque "sabíamos que Calvo Sotelo tendría los votos suficientes para ser embestido presidente, iba a ser una sesión muy corta", comentaba el periodista.

"En un momento dado oí un disparo perfectamente, pero no podía decirlo hasta estar seguro, enseguida entraron los guardias, me fijé en las estrellas de bocamanga y me di cuenta de que se trataba de un alto cargo. Yo no conocía a Tejero, pero mi compañero, Manuel Hernández de León, sí", explicaba Luis Díaz.

Las fotografías de Tejero

Manuel Hernández de León fue el fotógrafo de la agencia EFE que consiguió sacar los carretes de fotos del Congreso. "Fue difícil, sobretodo después de que me pidieran los carretes con una metralleta, le di un carrete en blanco y me guardé el bueno en la camisa, sabía que me iban a cachear cuando saliese de allí, pedí ir al baño, me siguieron, estaba asustado y camuflé el carrete en los calzoncillos, afortunadamente no hurgó nadie allí".

"A mí me encanta la foto en que Tejero le está mirando fijamente empuñando el arma", señalaba Nierga. "Quince días antes del golpe me pasé por la casa de Tejero, llamé, me abrió en pijama, le pedí hacerle unas fotos y me dejó pasar. Se puso el uniforme y posó. Él negó en todo momento su implicación en la Operación Galaxia y que él fuera golpista. Cuando entró en el Congreso yo le reconocí y él me miro, me tapé con la cámara y me puse a hacer fotos".

El micro abierto

Mariano Revilla mostraba la tribuna de prensa a Niega, antes de empezar el programa y le relató las anécdotas de la noche. "Ese micro siguió abierto porque nos habían prestado una cabina de teléfono y eso nos dio una ventaja para mantener el sonido toda la noche. Cuando comenzaron los disparos, salí del hemiciclo, apague la luz de la cabina y encendí otra a modo de cebo, esa línea fue la que desconectaron y no se dieron cuenta de la otra", explicaba Revilla.

Por eso nunca se cortó la emisión, aunque nunca se dijo que la SER estuviese emitiendo para que los rebeldes no cortasen la línea, "solamente al final empezamos a soltar las grabaciones nuestras, como la de Fraga. Esa grabación la hacíamos en uno de los estudios de la SER, un compañero la estuvo escuchando toda la noche", explicaba Ángeles Afuera.

Periodista en el Congreso el 23-F

En la segunda hora de La Ventana, las periodistas Nativel Preciado, Charo Zarzalejos y Julia Navarro han asistido al acto del Congreso para recordar sus vivencias de aquella jornada.

Nativel Preciado recuerda "estaba cansada de estar en la tribuna de prensa con los periodistas y me fui a dar una vuelta cuando entró en ese momento Tejero y yo, inocente de mi, pensaba que podría salir por una ventana". Pero no sólo no salió sino que permaneció allí hasta las nueve y media de la noche aproximadamente: "Decía que me encontraba mal y que era periodista. No me creían pero después de repetir tantas veces que era periodista, me sacaron de mala manera".

En cambio, una de las últimas en salir del hemiciclo fue Julia Navarro. Junto al periodista Jordi García Candau abandonó el Congreso de los Diputados cerca de la una de la madrugada porque decidieron quedarse allí hasta el final. Salieron y cruzaron al Hotel Palace, justo en frente. Entraron por las cocinas del hotel haciéndose pasar por clientes.

Julia Navarro reconoce que, uno de los momentos en los que pasó más miedo esa noche ocurrió ya fuera del Congreso, cuando Jordi se dirigió a un teniente de la Policía Nacional y le dijo: "¿Han detenido a ese delincuente de Milán del Bosch?" Julia recuerda que pensaba que les iban "a pegar un tiro" y mientras le tiraba del brazo, pero aún así, ante la cara de sorpresa del policía, Jordi continuó: "Realmente no he sido preciso... ¿Han detenido ya al presunto delincuente Milán del Bosch?", repitió con la matización. "Yo creo que Jordi no pasó miedo porque estaba tan indignado...", continúa recordando Julia Navarro.

Las tres periodistas contaban entonces con poco más de 20 años. No dudan en reconocer que, aquella noche, pasaron miedo: "Cuando escuchas los disparos tan cerca... yo creo que pasamos miedo todos. Si no, seríamos unos inconscientes, pero todo pasó muy rápido". A lo que añade Charo Zarzalejos: "Teníamos la sensación de que aquella noche era la última de nuestra vida".

Todos los periodistas tenían muy presente lo que había ocurrido en Chile, por eso, "algunos periodistas se comieron el carné... pensaban que iban a acabar todos en el Bernabéu", recuerda una de las periodistas.

Los trabajadores del Congreso

Antonio Chaves, ujier del Congreso de los Diputados, tuvo un papel importante esa noche. "Le di un cigarro a Suárez y le acompañé fuera del hemiciclo. ¿Qué pasó cuando él salió?, no salió forzado, quería hablar con la persona al mando y yo busqué un despacho para que se reunieran. Respeto lo que dijeron allí, Suárez se comportó. Puse una silla y nadie se quiso sentar, había una persona armada también. Fue una conversación agresiva, Suárez me dijo que me fuera y me quedé, Tejero me mandó fuera de malas formas un poco después. Algún día pasaré mis notas al Congreso".

Marisa Dorado, taquígrafa del Congreso, también ha compartido su experiencia. "Había salido cinco minutos antes camino al despacho a transcribir las actas y allí oí los ruidos. Me asomé y vimos gente uniformada, fue un destello y pensé que era un atentado terrorista. Tuve miedo y llamé a mi casa. Cuando estaba descolgando, de un baño, salió un guardia civil armado y me dijo que no se podía llamar, fue educado. Me dijo que me fuera, junto al resto, al fondo de la sala. Nos preocupamos, pero sin miedo, no pensé que esa persona nos fuera a hacer daño, estaba más nervioso que nosotros. Cuando llegaron nos contaron todo lo que había pasado".

Los protagonistas

Uno de los protagonistas de la noche más larga de la transición es el que, entonces, era el secretario general del Partido Comunista, Santiago Carrillo. Él ocupaba uno de los escaños de la parte izquierda del hemiciclo.

Este miércoles 'La Ventana' ha reunido a Carrillo con el ministro de Administración Territorial en 1981, Rodolfo Martín Villa, a quien Carrillo llama, en broma, "Mi carcelero" y explica porqué: "Él dio la orden de que me detuvieran" pero a continuación reconoce que "Rodolfo estaba tan interesado como yo en que no me pasase nada esa noche".

Y es que Carrillo y Martín Villa son amigos "a pesar de que es un derechista furibundo", apunta Carrillo, a lo que Martín Villa añade: "Creo que con lo de furibundo te has pasado". Carrillo no tarda en aclarar que también es una broma y que "es el ejemplo de que hay un conjunto de personas con ideologías diferentes que, por haber estado trabajando en un momento determinado de nuestro país, que fue muy importante, hay algo especial que nos une". A lo que Rodolfo Martín Villa añade: "Siempre tiene que haber complicidad entre derecha e izquierda".

Aquel día, Martín Villa era de los pocos que conocían a Tejero y pensó que "no le veía capaz de matar".

Bono: "El 23-F tuvo un efecto vacuna: A partir de entonces se acabaron los ruidos de sables"

En ese momento, entra el actual presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, que se muestra sorprendido al ver su despacho invadido por la Cadena SER, "y eso que tuve que hacer un trámite porque esto está absolutamente prohibido", anuncia.

Este miércoles, con motivo de los 30 años cumplidos del fallido golpe de estado, varios protagonistas de aquel día como Santiago Carrillo y Manuel Fraga, han comido juntos con el rey. Fue una propuesta que José Bono le hizo a Don Juan Carlos el día que Santiago Carrillo cumplió 96 años: "Llamé al rey para recordarle el cumpleaños de Santiago y se lo propuse. El rey me compró la idea".

Todos coinciden en que la comida ha sido todo un éxito: "Hemos hecho una mesa redonda como amigos", explica Bono, a lo que Carrillo matizaba: "El menú ha sido un menú austero, pero nos hemos preocupado más de hablar que de comer". No sabemos si la comida también le habrá parecido austera a Fraga que "pidió albariño y no había, así que se ha buscado fuera", contaba Bono.

Dejando la comida a un lado, José Bono quiere destacar del encuentro de este miércoles en el Congreso la conversación: "Hemos hablado de todo lo que uno pueda imaginarse y lo que no". Así, todos han "cantado" las edades, han hablado de Suárez, Miquel Roca ha contado cómo conoció al rey, Don Juan Carlos ha relatado alguna reunión que tuvo con Franco...

Pero después de todo, José Bono apunta que se pude sacar una lectura muy positiva de lo que ocurrió ese 23 de febrero de 1981: "Tuvo un efecto vacuna: A partir de entonces se acabaron los ruidos de sables", y añade que "deberíamos aprender algo que, cada 30 años, no está mal recordar: lo que nos une a los políticos de izquierda y de la derecha, es más que lo que nos separa. Entonces nos llevábamos muy bien, había convivencia".

 
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