La vuelta de Torres a la 'Champions'

El Chelsea reanuda la Liga de Campeones con el dolor todavía por su reciente expulsión en la Copa de Inglaterra pero con un nuevo baluarte en el equipo, Fernando Torres, para quien el de este martes será su primer partido de la temporada en esa competición.

Fernando Torres llegó el último día de enero, por un traspaso de 58 millones de euros, a la plantilla de Carlo Ancelotti en busca de todos aquellos títulos que se le escaparon con el Liverpool, pero todavía no ha ganado ningún encuentro con su nueva camiseta.

Aunque la trayectoria del Chelsea en sus competiciones domésticas (Premier League, Copa de Inglaterra y Copa de la Liga) durante los últimos dos meses se ha distanciado mucho de los deslumbrantes resultados del inicio de campaña, el pleno de victorias conseguido en Europa entre septiembre y diciembre pueden aún ayudarlo a levantar cabeza. Su quinta posición en la tabla de la Liga, por detrás del Tottenham, Manchester City, Arsenal y Manchester United, y su eliminación este último fin de semana de la Copa tras una ronda de penaltis ante el Everton pesan todavía en los ánimos de los 'blues'.

Sin embargo, sus recuerdos le reportan esperanza, pues ganaron al Olympique de Marsella, al MSK Zilina de Eslovaquia y al Spartak Moscú en la ida y en la vuelta de sus duelos con estos combinados, que compitieron junto al club de Roman Abramovich en el grupo F. "La Champions League no es fácil, pero traerá mucha motivación para cada uno de nosotros", indicó el técnico italiano, cuya continuidad en el banquillo de Stamford Bridge dependerá de los logros y fracasos del Chelsea.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Ancelotti, que negó la posibilidad de dimitir como entrenador, dijo que su plantilla tiene "opciones de ganar contra el Copenhague" siempre y cuando todos los jugadores "permanezcan unidos".

El central de Inglaterra John Terry y el medio centro defensivo de Serbia Branislav Ivanovic están en estos momentos jugando a gran nivel, igual que el centrocampista Frank Lampard, que regresó recientemente al terreno de juego tras una larga baja desde principio de temporada. No obstante, la plantilla de Ancelotti cuenta también con algunas dudas, como la de John Obi Mikel y Michael Essien.

Más de dos meses después de jugar su último partido oficial, debido al parón invernal de la liga danesa, el Copenhague llega rodeado de incógnitas, aunque lleno de optimismo para seguir haciendo historia. Desde que derrotó al Panathinaikos en el Parken a principios de diciembre (3-1), el primer equipo danés en clasificarse para octavos de final de la Liga de Campeones sólo ha disputado media docena de bolos en España contra otros conjuntos escandinavos durante su pretemporada invernal.

De ahí que sea difícil calibrar su estado de forma real y saber si será capaz de exhibir el nivel que le llevó a poder plantarle cara al Barcelona hace apenas tres meses y a superar en el grupo al Rubin y al conjunto griego, que partían como favoritos.

Aunque asume su inferioridad frente al Chelsea, el Copenhague se aferra al "espíritu del Shaktar", que pese al parón invernal en Ucrania, reapareció la semana pasada derrotando al Roma a domicilio (2-3) en su partido de Liga de Campeones. A su favor juega también que en los seis encuentros que ha disputado en su campo en dos participaciones en la Liga de Campeones, sólo ha cedido dos empates, frente al Barcelona y el Benfica, y no conoce la derrota.

Su técnico, el noruego Solbakken, ha insinuado que podría jugar con dos delanteros, aunque lo más lógico sería pensar que saldrá sólo con el senegalés N'Doye y con Groenkjaer, que en el Chelsea vivió sus mejores años en el extranjero, como media punta. Por su experiencia y por su calidad, el veterano Groenkjaer está llamado a ser uno de los protagonistas de un equipo que intentará volver a exhibir el despliegue y la presión que ahogaron al Barcelona, y con su solidez defensiva como punto de partida.