Cristiano Ronaldo no se cansa de perseguir al Barcelona y a Leo Messi

Un Real Madrid renovado en su once inicial se impone con facilidad a la Real Sociedad gracias a una actuación estelar de Cristiano Ronaldo, que peleó hasta el último segundo por lograr un 'hat-trick'

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No es la primera vez que Cristiano Ronaldo empequeñece a los jugadores de la Real Sociedad. En el partido de ida -jornada 3 de la Liga BBVA- un libre directo lanzado por el portugués y rebotado en la espalda de Pepe rompió las ilusiones de una Real que había plantado cara al 'otro gigante' -junto al Barcelona- del fútbol español y dio la victoria a última hora al equipo de Mourinho.

Casi cinco meses después de aquel partido en Anoeta, el Real Madrid del técnico portugués presentaba una imagen muy diferente. No es Mourinho muy partidario de las rotaciones, pero la llegada de Adebayor y el cansancio de algunos de sus titulares dieron entrada al togolés, a Garay, Diarra y Kaká en detrimento de Albiol, Khedira, Di María y Benzema.

Parece empeñado Mourinho en recuperar al astro brasileño para su Real Madrid con el fin de tener más variantes en el enganche que Özil, esta vez escorado en una banda. Y Kaká respondió con un juego más entonado que en sus anteriores actuaciones, con muchas ganas -suyo fue el primer disparo del Madrid- y con un gol de gran clase. Muy bien el brasileño en la definición del que fue el primer tanto del partido.

Demasiado fácil para el Real Madrid

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Era el minuto 7 del partido. Demasiado pronto para la Real Sociedad y demasiado fácil para el Real Madrid, que en ningún momento se encontró con un rival de entidad. Se echó en falta la garra del Diego Rivas o el recorrido de Griezmann en el partido de ida en Anoeta. En su lugar florecieron el control de Xabi Alonso, la profundidad de Marcelo y, sobre todo, la voracidad de Cristiano Ronaldo.

CR7 no perdona nunca. Si puede marcar un saco de goles, los hace. Quiere que su equipo sea campeón y quiere ser pichichi. No se rinde en el duelo del Real Madrid con el Barcelona -en el que los azulgrana mantienen una ventaja complicada de solventar- ni en el suyo particular con Lionel Messi -mucho más igualado- por ser el máximo goleador de la Liga.

Llevaba cuatro partidos sin hacer gol y tardó veinte minutos en hacer el primero de su cuenta. Gran definición con la izquierda. Muy floja la defensa de la Real Sociedad. Y 22 minutos después, otra vez la zaga txuri urdin veía desde la primera línea su gran remate de cabeza que suponía el tercer gol de su equipo y el segundo suyo.

Ahí se acabó el partido, que podía haber sido muy distinto si Raúl Tamudo hubiera marcado las dos ocasiones que tuvo mano a mano con Iker Casillas. La primera ocurrió solo un minuto después del gol de Kaká. Quizá el empate en el marcador habría ofrecido un encuentro diferente.

Pero no era la tarde de la Real Sociedad, que siempre estuvo a años luz de su rival. A pesar de todo, el de Santa Coloma de Gramanet contribuyó al único tanto de su equipo, si bien no pudo superar a Casillas -otra vez- y tuvo que esperar a un infortunio de Arbeloa para ver como su acción se convertía en gol.

Más fresco gracias a los retoques en la alineación, con un hambriento Cristiano y con un Casillas tan de fiar como siempre, el Real Madrid jamás sufrió del menor nerviosismo y se dedicó a hacer un fútbol no demasiado brillante pero sí lúcido, ordenado e hilvanado. Fue quizá el partido más tranquilo para los de Mourinho en mucho tiempo. Y eso no solo le vino bien al técnico portugués.

Quizá los que más lo agradecieron fueron Kaká y su recuperación como estrella del Real Madrid y Adebayor, que pudo firmar su segundo gol con la camiseta blanca después de una actuación no brillante pero en la que fue más generoso en el esfuerzo que el compañero que le hace la competencia.