'Buried': Claustrofóbica e intensa
Claustrofóbica e intensa: un ataúd, un móvil, un mechero y el actor Ryan Reynolds. "Buried" (Enterrado) tiene un argumento sencillo: Paul Conroy, un transportista que trabaja en Irak, aparece enterrado y para intentar salvarse sólo tiene un teléfono y un encendedor Zippo.
17 días de rodaje, 35 planos diarios y siete ataudes. El segundo largometraje del Rodrigo Cortés fue un trabajo duro y agotador que llevó a todo el equipo a superarse a sí mismo. Un viaje emocional y físico extenuante no sólo en pantalla, también para el público. Como dice su director: "esta película no es para verla con los ojos, sino con los huesos, los músculos, con la sangre, con el cuerpo completo, el objetivo es que el espectador abandone la sala con dos kilos menos de peso".
La cinta causó sensación en el Festival de Sundance y dio la sorpresa en los Premios José María Forqué, al alzarse con el galardón a la mejor película. Un film de producción cien por cien española que ha captado la atención internacional y se ha estrenado en cines de todo el mundo.
AUDIO: Buried (Por Ana Martínez Concejo - Documentación SER)