Ferrer rompe a Nadal

Madrid

El jugador valenciano destroza todos los pronósticos y vence (6-4, 6-2 y 6-3) a un Rafa Nadal muy mermado físicamente, que ve desaparecer su sueño de ganar los cuatro grandes de forma consecutiva. Ferrer se medirá a Murray en 'semis' por un puesto en la gran final.

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El enemigo estaba en casa. El partido se advirtió desde el inicio que sería una ecuación perfecta a favor de Ferrer. La forma física del valenciano, los problemas en los isquiotibiales de Nadal y un torneo que penaliza como ninguno el cansancio, entregaron a 'Ferru' la opción de convertir el sueño de Nadal en pesadilla.

El de Javea, renacido desde finales de la temporada pasada cuando cerró el curso con grandes resultados, arrancó el partido como un ciclón. Lo primero que hizo después de ganar su saque fue romper el de su compatriota, toda una declaración de intenciones. Nadal, sincero en la pista como pocos, también mostró su estado anímico llamando al médico a las primeras de cambio.

Pero la segunda manga aún dejaría entrever que Rafa estaba en el partido. La sucesión de 'breaks' convirtió el primer set en un partido sin servicios. Cada uno en su papel desde el principio, Nadal se defendía de las profundas derechas de Ferrer. Justo en el momento en el que parecía que Rafa se metía en el partido, tres bolas de set otorgaron a Ferrer el primer parcial. Algo no carburaba en las piernas de Nadal.

A partir de ahí, el partido se tornó en un festival del alicantino -con fuegos artificiales incluidos-. Mediado el segundo set, la organización detuvo el partido para que el publico asistente pudiera gozar con las festividades del Día de Australia, lo que en cierto modo terminó de sacar a Nadal del torneo.

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Sin embargo, el 'correcaminos' seguía a lo suyo, dueño de una derecha plana, diabólica en las pistas rápidas, castigó a su rival sin pausa durante todo el envite. El segundo set lo cerró 6-2 frente a un mermado Nadal al que se le adivinaban unos ojos tristes y acuosos, que daban a entender que se iba a quedar a tres partidos de logran su tesoro.

En la tercera tanda, el manacorense intentó agarrarse a la pista, todo corazón y siempre detrás de las pelotas que disparaba Ferrer. La rotura llegó pronto y Ferrer sólo tuvo que seguir mantener su servicio para acariciar las semifinales. Así, el 'correcaminos' volvió a vencer a Nadal en un gran torneo, como ya hiciera en cuartos de final del US Open en 2007 y en la Copa Masters de ese mismo año.

Se las verá en semifinales con Murray, el único de los cuatro grandes al que David le tiene ganada la nómina de enfrentamientos directos. El Open de Australia, siempre, históricamente, ha recibido de buena gana las sorpresas. Quizás David sea la de 2011.

Por su parte Nadal tendrá que esperar por lo menos un año para conseguir enlazar los cuatro grandes de forma consecutiva. Ahí quedan sus enormes méritos y esta derrota jamás podrá considerarla una decepción.