Calmar sólo a los mercados

El rescate a Irlanda ya es una realidad y los mercados siguen temblando. Nada les tranquiliza; ni los mensajes lanzados desde Bruselas para evitar el contagio a otras economías de la zona euro con problemas presupuestarios como puede ser Portugal, y en menor medida, España. Dirigentes políticos de diversos países europeos, y no solo los señalados por su debilidad, han intentado destacar las diferencias entre unos y otros, pero a la vista de lo que ha pasado en los mercados... poco efecto han tenido sus palabras.

Hay una creciente preocupación por el 'efecto dominó', y que a Irlanda le siga Portugal. Y sus problemas si que podrían ser nuestros problemas, entre otras cosas porque los bancos españoles sí tienen más deuda de ese país. Así que no es de extrañar que los mercados no se fíen de nadie y, con la fragilidad que los caracteriza, hoy respondan con bajadas.

El plan de rescate de Irlanda siembra el caos en Europa y dispara, de nuevo, todas las alarmas. Y el gran riesgo de todo esto puede ser que los gobiernos, nacionales y europeos, se dediquen a calmar a los mercados, a resolver las incertidumbres de los sistemas financieros, causantes en gran parte de la crisis, y no a buscarle otras salidas.