España sobre la ola

Aparece, de nuevo, la palabra 'rescate' asociada a la situación económica de un país europeo; bueno, a más de uno. Portugal ha admitdo esta tarde el riesgo elevado de tener que pedir el rescate a la Unión Europea, y esto el mismo día en el que todo el mundo miraba hacia Irlanda por la mala situación de su sector financiero. En Irlanda todavía no se habla de rescate, pero lo cierto es que el momento que atraviesa ha acabado generando una gran inquietud en toda la Eurozona.

Así pues, el fantasma de la crisis no se ha alejado ni un milímetro y vuelven a saltar las alarmas como ya pasó hace unos ocho meses, cuando se tuvo que salir al rescate de Grecia. Y de nuevo las miradas se vuelven también hacia España. El sambenito de 'país en riesgo' sigue colgando sobre la espalda de los responsables de las finanzas en nuestro país que, un día más, tienen que volver a salir en defensa de la situación y repetir aquello que ya escuchamos en mayo: entonces no éramos Grecia, hoy no somos ni Portugal ni Irlanda.

Hoy todas estas noticias dan la sensación de una segunda ola, de una segunda fase en esta crisis y su impacto en los países euro. Ahora tocará ver si España puede mantenerse a flote o si acabará arrastarda por los remolinos del oleaje.