De la patera a la pasarela
El viaje de un inmigrante ghanés acabó con un trabajo como modelo para Carolina Herrera, después de pedir la ropa prestada a un amigo para ir a la prueba
La travesía de Sadik Abubakari comienza cuando abandona su Ghana natal para buscar fortuna en España. Con 16 años recala en un centro de menores de Canarias, pero él no se había jugado la vida para estar en un centro. Había venido a trabajar y por eso mintió cuando le preguntaron la edad.
"Les dije que era mayor para que me sacaran de allí, me metieron en un avión y me dejaron en el aeropuerto de Barajas para que me buscara la vida", cuenta Sadik. Tras aterrizar empezaron los problemas. "No conocía a nadie, no hablaba nada de español. Estuve durmiendo en la calle".
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Quiso ser tutelado por la Comunidad de Madrid, pero le negaron la tutela, porque esta vez, paradojas de su vida, no creyeron que era menor, y ahora en la actualidad vive en un piso de acogida de Mensajeros de la Paz de Madrid.
Su vida dio un vuelco cuando una amiga le puso en contacto con una agencia de publicidad especializada en perfiles de razas. Al poco tiempo le llamaron para hacer la prueba y aquello empezaba a ser un cuento, pero él ni siquiera tenía ropa adecuada para ir a la prueba. "Se la tuve que pedir prestada a un amigo para ir guapo", como le dijeron en la agencia, explica.
Y al final fue elegido. Y su vida dista mucho del tipo que interpreta en el anuncio, un atractivo boxeador que se adentra en una discoteca acompañado de dos deslumbrantes modelos: "Entre dos chicas, era mi sueño. Lo hice perfecto".
Pero el papel terminó y el cuento también. El ahora boxea con la vida, está en paro y quiere trabajar de lo que sea, aunque su alma rapera sueña con vivir de la música. Y el título de la maqueta de su disco lo dice todo. The new life, la nueva vida que él quiere comenzar.
