El Getafe le pone muy fácil la victoria al Atheltic de Bilbao (3-0)

Iker Muniain ha desequilibrado hoy al Getafe en San Mamés con un espléndido partido pleno de atrevimiento, habilidad y velocidad, que el todavía juvenil había decantado ya para el minuto 11 con dos jugadas que Andoni Iraola y Mikel San José terminaron en gol y abrieron un marcador que al final fue de 3-0 a favor de los locales con un nuevo tanto de Igor Gabilondo.

Muniain percutió y percutió por la banda izquierda de su equipo hasta acabar desquiciando a Pablo Pintos y el Cata Díaz, que sufrieron lo indecible con el chispeante jugador navarro, que aún no ha cumplido los 18 años. Iraola marcó el primer tanto al recoger el apurado rechace de la defensa local al primer envite del protagonista del partido; San José transformó el riguroso penalti en el acabó el segundo arreón de Muniain; y Gabilondo cerró el marcador con un espléndido zurdazo escorado y desde la frontal. Fue su cuarto gol de lo que va de temporada y el primero con el que su equipo suma puntos.

El Getafe, aún superado por el rival, contó con alguna opción importante, como un mano a mano de Colunga ante Iraizoz en la que el portero le ganó la partida; un cabezazo también de Colunga, asimismo respondido brillantemente por el meta local; o un remate de Miku ya en el descuento que increíblemente salió fuera. Esas ocasiones, de todos modos, no igualaron lo ocurrido sobre el terreno de juego, donde el Athletic pudo golear de haber estado fino en el remate.

Con este triunfo, el conjunto vasco se coloca séptimo en la tabla, a 1 punto de la Europa League, a 4 de la Liga de Campeones y ya con 6 sobre el descenso, las mismas diferencias que mantiene el Getafe, por detrás del Athletic por el diferencial de goles. El Getafe recuperó de inicio en lo que pudo -ante la gran cantidad de bajas que sufría Michel- la fisonomía habitual de su alineación, que había cambiado el miércoles para dar oportunidades a canteranos en Portugalete, a apenas 15 kms. de Bilbao, donde se midió al único Tercera que queda en Copa del Rey.

El Athletic hizo otro tanto de lo mismo, es decir, recuperar el once inicial de los últimos partidos de liga, con Koikili y Muniain de titulares. Y resultó decisivo ese cambio con respecto a la alineación de Alcorcón, ya que dos coladas por la izquierda del todavía juvenil decantaron rápido el choque a favor de los locales.

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La primera terminó en un despeje apurado de la defensa visitante que aprovechó Iraola para marcar su segundo gol desde fuera del área en quince días. Codina, quizás tapado por uno de sus defensas, no vio como le llegaba el balón prácticamente a su posición. La segunda acabó en un penalti probablemente más polémico aún que los que tanto enfadaron al Athletic hace una semana en el Sánchez Pizjuán. San José transformó con solvencia engañando al meta del conjunto azulón desde los once metros.

Curiosamente, a pesar de esa ventaja clara del Athletic para el minuto 11, fue el Getafe el que se dedicó a jugar al contragolpe. Y gozó de tres buenas llegadas. Inmejorable una de Colunga, a quien Iraizoz ganó la partido en un mano a mano en el minuto 34 que tenía todos los visos de significar el 2-1.

Tres minutos antes, no obstante, Toquero había podido poner el 3-0 finalizando una combinación iniciada también por Muniain y continuada por Susaeta que le dejó solo ante Codina. Un defensa visitante azulón reaccionó a tiempo y la jugada quedó en córner. Como la última ocasión de la que dispuso el Athletic llegando el descanso, un golpe franco casi sin ángulo desde la izquierda al que respondió bien el meta catalán. Otro dato que reflejó el impacto de Muniain en el primer tiempo fue el de que de las cuatro amarilla que vio el Getafe, tres fueron por entradas al joven navarro.

En la segunda parte, el Athletic fue más conservador, pero curiosamente más peligroso, de nuevo por el lado de Muniain, imparable para la defensa visitante. Junto al chaval y a Iriazoz, clave en dos jugadas relevantes del partido, ralló a gran nivel Iraola, el que abrió la lata madrileña. Llorente, el propio Munian o De Marcos tuvieron en sus botas ocasiones suficientes como para que su equipo se hubiese anotado un goleada considerable. Y Miku pudo dejar las cosas en un más discreto 3-1 con un remate a placer que se marchó fuera.