Explosión de color al más puro estilo Agatha Ruiz de la Prada
Comodidad, volúmenes imposibles, formas geométricas y un gran abanico de colores son algunas de las propuestas que hemos podido ver sobre la pasarela de la diseñadora
Este viernes arranca en Ifema la 52 edición de la Cibeles Madrid Fashion Week que albergará hasta el 22 de septiembre a un centenar de diseñadores con desfile y 30 diseñadores que contarán con un showroom en El Ego / IFEMA
La nueva colección de la diseñadora para el próximo verano sigue los preceptos que siempre ha defendido, el color, el volumen y la comodidad. Por ello, Ágatha Ruiz de la Prada vuelve a apostar por trajes en su mayoría oversize jugando con la combinación de volúmenes y de materiales.
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"Mi diseño es conceptual. Dibujar un traje no es esconderlo debajo de una montaña de cremalleras, frunces, botones y aplicaciones de cuero; sino buscar, ante todo, su esencia como objeto: si eliminamos todo lo superfluo llegamos a la conclusión de que la moda ha de ser cómoda: cómoda para el cuerpo y la mente, cómoda para quien la lleve y la mire, y cómoda de fabricar y destruir", explica Agatha Ruiz de la Prada sobre su particular punto de vista de la moda.
Con un lleno total de invitados, Ágatha ha contado con la presencia de su marido, Pedro J., así como con el Embajador de Francia, Bruno Delaye, quienes no perdían detalle de las propuestas que la diseñadora ha presentado para la temporada primavera-verano 2011.
La diseñadora presenta una colección que homenajea al diseño de los 60 y 70 combinando sus prendas de taller con su colección comercial que esta vez ha optado por el reciclaje de tejidos creando vestidos patchwork y camisetas con serigrafías fotográficas.
En esta colección, la diseñadora recupera algunas de las señas de identidad que han caracterizado su marca durante toda su carrera: los corazones en todos los tamaños y una amplísima gama de colores que toca casi todos los tonos del arcoíris. Predominan los naranjas cálidos, mezclados entre sí de manera que vibren unos con otros: naranja; rojo-fucsia, o contrastando tonalidades frías, principalmente el azul.
Gran importancia han otorgado a los complementos de la colección: grandes turbantes realizados en todo tipo de tejidos, gafas de tamaños imposibles que reproducen las atrevidas formas que intervienen en toda la colección, así como unos originales zancos de madera imitando las clásicas piezas de lego.
Ágatha ha cerrado su desfile con dos propuestas muy distintas a las que hemos podido ver durante toda esta colección: un traje de novia y un mono cubiertos por completo de millones de pailletes en colores brillantes como el oro, el plata, el morado y el rojo.