Toxo: "El Gobierno busca maquillar las estadísticas del paro"

En todo el proceso desde que se rompió la negociación entre agentes social y se prescindió de los sindicatos para afrontar la reforma laboral. ¿Alguna de las decisiones se han tomado teniéndoles en cuenta?

"Yo no me siento reflejado ni CC.OO. ni creo que UGT tampoco en el contenido de la reforma. Tampoco me reflejo en el sesgo que ha tomado, empeorando en los últimos tiempos la reforma original en el proceso de tramitación parlamentaria".

¿A qué lo atribuye dicen que les han pedido opinión pero finalmente no les han tenido en cuenta?

"Creo que se está jugando otra partida en paralelo y parte de las piezas se mezclan con la reforma laboral. Creo que puede haber un damnificado de esta doble partida que no es otro que el Gobierno de Patxi López".

"Hay cosas que se tenían que haber hecho antes. Se tenía que haber apostado por el acuerdo. Creo que no todo el mundo ha negociado de buena fe y ahora esta partida se juega con un cuadro de aritmética parlamentaria y el PSOE va cediendo a la presión por intereses políticos".

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¿Cree que el PSOE está más preocupado en no perder las elecciones?

"El crédito del Gobierno de Zapatero está bajo mínimos y descendiendo y el resultado de la reforma es posible que no le favorezca electoralmente. Había un factor con el que el Gobierno contaba y no se va a producir y es que no vamos a entrar en terreno de recuperación en el plazo que tenían previsto.

Sobre la supresión ayuda 426 euros a algunos parados

"Con esta medida queda patente que el Gobierno ningunea al Parlamento porque éste le insto a prolongar las ayudas y no a reducirlas. Sería más educativo para el país que se dijera que no hay recursos, que por otra parte sí los hay. Eso es más limpio que engañar a la opinión pública y ningunear al Parlamento. Una democracia debe proteger a sus ciudadanos y si no les ofrece trabajo al menos le debe ofrecer una serie de prestaciones para pasar estos difíciles momentos. Si el Gobierno busca sí puede encontrar fondos para mantener esas ayudas".

¿Esta ayuda habría que mantenerla con condiciones?

"Una es la ayuda excepcional y otra es el derecho legal a la prestación por desempleo. En todo el debate hay un sesgo preocupante. El Gobierno se ha mostrado incapaz de corregir los efectos de la crisis. En España se ha destruido más empleo que la media de la UE. Los servicios públicos de empleo juegan un papel mínimo y se culpabiliza a los parados de estar en esta situación cuando es el Estado y la empresa los que no les ofrecen una alternativa. Hay que ofrecer un itinerario al parado o a la parada que le atisbe un horizonte de empleo digno".

¿Comparte usted el plazo de 30 días frente a 100 para que un parado deba escoger un curso de formación para mantener sus prestaciones?

"Comparto que la gente debe hacer un esfuerzo para encontrar empleo. Pero me preocupa el sustrato del argumentarlo que se utiliza para llegar a esa conclusión. Los parados no quieren ser parados, se ven avocados a esa situación".

Pero al final la formación que se ofrece es escasa y las ofertas de trabajo son mucho más escasas

"El último acuerdo es de 2006. Allí se estableció un compromiso entre Gob y sindicatos para hacer una transformación profunda de los servicios públicos de empleo. Tenemos una persona por cada 160 parados en estos servicios. En Europa hay una para cada 50. Así es difícil que la gente pueda acercarse a la escasa oferta que hay. La transformación del sistema público de empleo era prioritaria pero se ha optado por buscar atajos abriendo al ánimo de lucro la intermediación laboral. Se intenta convertir el paro en un negocio".

¿Qué opina sobre el debate a la posible subida de impuestos?

"Sé que una reforma fiscal es difícil de abordar por la dificultad de alcanzar un consenso. Si no se quiere ir a una profunda reforma fiscal que se recuperen algunas figuras fiscales como el impuesto de patrimonios y que se suba el impuesto de sociedades. Hay que corregir el déficit, sabemos que es un lastre que pueden arrastrar las próximas generaciones si no se soluciona ahora.

¿Y en cuanto al anuncio de reanudación de algunas obras públicas?

"No estuve de acuerdo con la reducción que se hizo en un sector que todavía hoy es demasiado trascendente en España. Ahora se hace un mínimo gesto pero quiero ver dónde se hace la recuperación y cómo le va en las encuestas al Gobierno en las zonas que se haga".

Entonces piensa que es una medida electoralista

"Sin duda".

¿Ve que haya ambiente de huelga general?

"Estamos en un momento de descanso pero a los trabajadores cuando se les explica el alcance de lo que puede pasar va creciendo su indignación. Hay un gran propagandista de la huelga general, es el ministro de Trabajo que cada vez que habla anima a la huelga".

¿Si la huelga es un éxito perderá más Zapatero que los sindicatos?

"Yo hubiera preferido poner en valor el diálogo social como forma de encarar consensuadamente la crisis. Creo que el éxito de la huelga irá parejo al fracaso del Gobierno aunque no pensamos en el fracaso político del Gobierno, eso lo deben decidir los ciudadanos. El Gobierno está dubitativo y errático y la gente no confía en que nos pueda sacar de esta situación".