Trichet considera "un éxito" las pruebas de estrés e insta a la banca a dar créditos a las empresas

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy mantener los tipos de interés de la zona euro en el 1%, el nivel más bajo en la historia de la institución.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, ha calificado de "éxito" las recientes pruebas de estrés a las que se sometieron en julio 91 entidades europeas y destacó el rigor y la significativa transparencia de estos exámenes que"confirman la resistencia del sistema bancario de la eurozona".

"Los tests de estrés han sido un éxito", ha comentado Trichet, además ha afirmado que estos resultados representan "un importante paso adelante de cara a restaurar la confianza".

A este respecto, el banquero francés considera que los recientes movimientos al alza observados en los tipos del interbancario pueden ser parte del proceso de "normalización" en curso y ha señalado que "el mercado funciona mejor", aunque ha reconocido que la situación del mismo todavía no es normal, aunque consideró que "va en la dirección correcta".

"Hemos observado una muy significativa mejoría en el mercado en general, aunque no caemos en la complacencia porque persisten muchos retos por delante", ha afirmado el presidente del BCE, quien destaca el significativo aumento registrado en los volúmenes del mercado, que practicamente se han duplicado.

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Sin embargo, el banquero francés advierte a los bancos de la zona euro del reto de poner a disposición de las empresas el crédito necesario cuando se produzca el repunte de la demanda.

En este sentido, Trichet ha recomendado a las entidades que, para hacer frente a este desafío, haya donde fuere necesario los bancos no deberían incluso repartir dividendos y recurrir si fuera necesario a los mercados para fortalecer sus posiciones de capital, así como hacer uso de las medidas de recapitalización puestas a su disposición por los diferentes gobiernos.

No obstante, el banquero galo ha recordado que la última encuesta de préstamos bancarios en la eurozona, que constató mayores restricciones en los préstamos, se llevó a cabo en un periodo muy negativo y decartó rotundamente la posibilidad de una crisis de crédito (''credit crunch'').