Los fabricantes de bollería industrial se quejan por la medida de Sanidad de retirar sus dulces de los colegios
Los fabricantes de bollería industrial consideran que la distinción que hace Sanidad entre comida sana y la que no lo es, puede tener consecuencias muy graves
Todo, después de que Trinidad Jiménez acordara con las comunidades autónomas un plan para prohibir la venta de este tipo de bollería y de refrescos en los colegios.
La bollería industrial y las bebidas refrescantes tienen los días contados en cafeterías escolares y en máquinas expendedoras de los patios.
El ministerio de Sanidad acordó esta pasada semana con las comunidades autónomas un plan para eliminar estos alimentos de los colegios. Un plan para frenar el aumento de la obesidad infantil.
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En declaraciones a la Cadena SER, el portavoz de la empresa valenciana Dulcesol, José Vicente Castell, asegura que nadie les ha llamado a este debate ni se ha pedido opinión al sector, a pesar de que la ministra de Sanidad así lo dio a entender.
Castell considera que esta medida les puede afectar mucho porque, aunque su distribución se basa fundamentalmente en supermercados y tiendas, se hace una distinción ya entre alimentos buenos y malos que en su opinión no resulta justa.
El sector presentará una queja formal ante el ministerio y Castell insiste en que la bollería industrial consumida con moderación no es mala y que esta industria ha mejorado mucho la calidad de sus productos.
