El Ron Casares pierde la final de la Euroliga femenina de baloncesto
El equipo valenciano perdió con el Spartak de Moscú (87-80) la final. Las rusas gana cu cuarta Copa de Europa consecutiva
El Spartak de Moscú consiguió en Valencia su cuarta Euroliga consecutiva, tras superar al equipo anfitrión, el Ciudad Ros Casares, en un partido en el que las españolas lucharon hasta el final pero no pudieron frenar el potencial de las rusas en ataque.
Si en las semifinales las rusas se encomendaron a su estrella, Taurasi, hoy en la final sí jugaron como un gran equipo y no dieron opción a un Ros Casares que peleó sin premio y sumó una nueva derrota en las últimas seis finales jugadas por equipos españoles en la máxima competición continental de clubes.
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El Ros Casares afrontó el choque con una gran intensidad defensiva, presionando a las rusas desde el saque de fondo, lo que incomodó mucho al Spartak que tampoco encontraba el recurso de Taurasi, bien defendida por Vesela.
Las valencianas basaron sus ataques iniciales en Milton-Jones y Erika de Souza, que se repartieron los primeros puntos de su equipo para adquirir una primera ventaja de siete puntos (4-11). Pero las tricampeonas europeas apretaron los dientes en defensa y con un parcial de 10-0 retornaron el partido a la senda de la igualdad.
La tercera falta personal de Milton-Jones en el arranque del segundo cuarto condicionó la defensa de las valencianas. Taurasi con un par de entradas a canasta mantuvo a su equipo con una ligera ventaja, pero se fue al banquillo al cometer su segunda falta, lo que curiosamente dio origen al despegue de su equipo en el marcador.
Las rusas encontraron en Mc Carville la referencia en los dos tableros. La pívot rusa, con 13 puntos y 8 rebotes en la primera mitad, fue la referencia en ataque, junto a Korstin, de un Spartak que superó con mucha facilidad la defensa de las españolas y fue estirando su diferencia en el marcador hasta alcanzar los diez puntos al descanso (49-39).
La charla de Isma Cantó en el descanso surtió efecto en sus pupilas, que espoleadas por su afición apretaron muchísimo y por primera vez pudieron contragolpear, estrechando su desventaja a tan solo tres puntos en varias ocasiones, aunque unos despistes en los instantes finales permitió a las rusas afrontar los diez minutos decisivos con seis puntos de renta (63-57).
Un triple de salida volvió a colocar a las valencianas a tres puntos, pero el Spartak echo mano de nuevo de Mc Carville y de Taurasi para dar un nuevo estirón en el marcador y alcanzar los diez puntos de ventaja a cinco minutos del final (74-64).
De nuevo desde la defensa el Ros Casares se mantenía en el partido vivo, pero las pérdidas de balón le impedían culminar la remontada. Las rusas no perdonaron y un triple de Taurasi a dos minutos del final sentenció la final (81-70).
En los instantes finales el Ros buscó un imposible, pero el Spartak no desaprovechó su ventaja y sumó su cuarto título que les consolida como las dominadoras absolutas del baloncesto femenino europeo.
