El homenaje a Antonio Vega se convierte en una fiesta

Músicos y amigos pusieron todo el ánimo para conseguir que, por casi tres horas, Antonio Vega estuviera presente en el Palacio de los Deportes de Madrid. A casi un mes del aniversario de su triste desaparición, 24 grupos y solistas se subieron al escenario para dar vida a las canciones del genial compositor y músico. Pero el tributo se alejó de la tristeza y quiso ser una fiesta con la emoción contenida.

Fue un homenaje lleno de momentos únicos. En concreto 27, el número de los temas del repertorio. Volver a ver a los Ketama sobre un escenario interpretando "Se dejaba llevar", ver a su hermano Carlos interpretar "Lucha de gigantes", el rockero Miguel Ríos hacer suyo y nuestro "Tesoros" o escuchar "Ángel Caído" como un quejío de garganta de Enrique Morente.

Quedó patente que Antonio Vega era más que un músico, un poeta. Sus composiciones en la voz de artistas con estilos tan dispares, del pop rock de grandes bandas de la movida al flamenco más puro, sonaron nuevas, inmensas. A través de esas 27 letras clave, realizamos 10.000 personas un interesante viaje que comenzaba su propia banda , quien mejor y verdadero motor de todo este espectáculo, desde "La última montaña", para seguir "Persiguiendo sombras" pasando por "Relojes en la oscuridad", "Océano de sol", sin olvidar "El sitio de mi recreo", para concluir todo el auditorio a coro rememorando la mítica "Chica de ayer".

Todos los que pasaron por el escenario quisieron tener palabras de recuerdo, elogio y gratitud con Antonio Vega. Los beneficios obtenidos por el concierto que ha sido organizado por Carlos Vega y Nacho García Vega irán destinado a organizaciones benéficas. Porque el sentido de este homenaje va más allá del simple recuerdo, es la intención de la familia dar una continuidad a la obra de Antonio. Y eso es fácil, porque como dijo el Gran Wyoming, "Mientras vosotros estéis aquí, Antonio existirá".