Llul pone al Madrid líder de la Euroliga

El Real Madrid sumó una importantísima victoria ante el Montepachi de Siena italiano, al que derrotó por 77-69 para enderezar su rumbo hacia los cuartos de final de la Euroliga y hacia el primer puesto de su grupo del ''Top-16'', aunque lo hizo con mucho sufrimiento por la impecable resistencia del rival, que puso el triunfo muy caro.

El equipo italiano mandó hasta el cuarto periodo, que afrontó con ocho puntos y un conjunto blanco ''tocado'' y sin encontrar resquicios en los transalpinos. Ettore Messina lo había probado todo, pero no encontró la fórmula hasta el final cuando juntó en la pista Sergio Llull, Pablo Prigioni, Travis Hansen, Felipe Reyes y Ante Tomic.

El menorquín (17 puntos) lanzó a su equipo con sus puntos, producto de un acierto exterior antes inexistente, y sus cuatro acompañantes hicieron un ejercicio increíble de defensa que maniató a los visitantes, que aún tuvieron fuerzas para intentar salvar el ''basket-average'', que se escapó por la genial canasta final de Llull.

El Real Madrid salió con la lección bien aprendida de Siena. Se esmeró en frenar a Terrell McIntyre, que se exhibió en la primera vuelta. Prigioni, primero, y Llull, después, le intentaron incomodar y el campeón italiano lo notó en su anotación inicial, pero el conjunto local, salvo Darjus Lavrinovic, tampoco estaba fino de cara a la canasta rival. Las defensas eran intensas y dejaban poco espacios, sobre todo en la ''pintura'', y Ettore Messina buscaba un ritmo fuerte poniendo en juego ya a nueve hombres antes del final de un gris primer cuarto (13-16).

La entrada de Ksistof Lavrinovic, el ''gemelo'' rival, dio poder a los de Simone Pianigiani por dentro. Messina probó con Louis Bullock para los problemas exteriores, pero el americano no solucionó el serio atasco ofensivo y el Montepaschi hizo un primer amago de marcharse (13-20, min.12). El Real Madrid sólo dominaba el rebote, pero sus pérdidas (9 al descanso) y su momentánea ''negra'' noche desde la línea de triple (1/11) le impedían acercarse.

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Sin embargo, apretó los dientes y tampoco dejó que los visitantes, con Romain Sato imponiendo su físico, hiciesen mayor la brecha en el electrónico de un Vistalegre ''encendido''. Ante Tomic mostró sus buenas maneras en la zona para responder al inspirado alero centroafricano, autor (17) de casi la mitad de los puntos de los suyos, que seguían sin noticias de McIntyre (3 puntos), al descanso (32-37).

El Real Madrid no aprovechó la ''pájara'' inicial del Montepaschi en la reanudación para tomar la iniciativa, y los triples de Domercant y McIntyre, éste por partida doble, provocaron la ''alerta roja'' en las filas madridistas (38-46). Los de Messina fallaban canastas aparentemente sencillas y el peligro comenzaba a venir por el ''despertar'' del pequeño base estadounidense, que empezaba a ''calentarse'' al mismo tiempo que el público local, enfadado con el trío colegial (min.26).

Messina sacó del ostracismo a Felipe Reyes (apenas tres minutos jugados hasta entonces) en busca de más defensa interior formando pareja con Tomic, más Hansen, Bullock y Llull. ''Músculo'' para frenar a un sólido rival, pero tampoco funcionó. Lavrinovic desquició al capitán y el partido se fue trabando hasta el punto de que ''Sweet Lou'' tuvo que marcharse al banquillo por cuatro faltas.

El campeón de la Lega era una ''roca'' atrás y alcanzó el cuarto final por delante (48-53), menos ventaja de la trabajada por el arreón típico de Llull. Por ello, Messina decidió apretar a su rival con el menorquín y Prigioni de cara al tramo decisivo del choque, reavivado por el primero con un ''2+1'' y casi empatado por Reyes (52-53), lo que obligó a Pianigiani a pedir tiempo muerto. Pero el grito de guerra del Vistalegre ya resonaba y un triple de Llull y otro de Hansen cambiaron el guión con un 8-0 de parcial (60-55, min.34).

El golpe liderado por el menorquín abrió la primera brecha en el Montepaschi, incapaz de superar la mejor defensa local. Llull, lanzado, puso la victoria y el ''basket-average'' a tiro (65-57, min.36). Domercant amagó con aguar la fiesta, pero Tomic, en su mejor partido como jugador blanco, evitó males mayores. Prigioni rozó el ''basket average'' (74-66), Domercant respondió con un ''2+1'' (74-69) y Llull hizo la proeza con una jugada de tres puntos.