Zapatero gana con el pacto y descoloca a Rajoy

Zapatero ha salido vivo del Congreso y eso ya es bastante para cómo tenía el patio. El presidente del Gobierno respira un poco más tranquilo y ha ganado tiempo con su oferta de pactos a la oposición. Enfrente, Mariano Rajoy se siente fuerte y respaldado por las encuestas pero hoy se ha quedado solo y descolocado en el Congreso. Tal vez no le importe mucho, pero en la estrategia ha ganado Zapatero. Rajoy ha mantenido su discurso duro y su intención de no pactar nada con el Gobierno si el presidenteno cambia su política económica.

El líder de la oposición ha puesto el listón tan alto que tendrá que bajarlo porque la mayoría del resto de los grupos han criticado al gobierno pero se han mostrado dispuestos a negociar. Así que al final, el PP tendrá que sentarse a hablar con la comisión de ministros nombrada por Zapatero y tendrá difícil salirse de la foto del acuerdo si los demás están. Rajoy traía el discurso de casa y no lo ha cambiado y le ha venido a decir a Zapatero que sólo se sentarán a hablar si el gobierno se hace el hara-kiri en público.

Zapatero ha tardado demasiado en hacer estas propuestas; hasta ha tenido que intervenir el Rey, pero la verdad es que dos no pactan si uno no quiere. Rajoy se arriesga a que la opinión pública castigue su decisión de no echar una mano en una situación tan difícil, pero el líder del PP está convencido de que cabalga seguro sobre las encuestas y el cabreo de la calle y con eso le vale para seguir esperando.

Rajoy dibuja un escenario tan negro que lo lógico sería, como le ha reprochado el presidente, anunciar una moción de censura para que no se pierdan dos años. Pero Rajoy huye de la moción de censura como de la peste y se limita a insinuar lo de las elecciones anticipadas o a esa surrealista petición a los del PSOE para que destituyan al presidente.

A Zapatero ha vuelto a faltarle autocrítica, ha estado demasiado autocomplaciente y para desesperación de muchos de los suyos, ha vuelto a caer en la peligrosísima tentación de poner plazos a la recuperación y a la creación de empleo.

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Los diputados y diputadas del PSOE se han ido con la moral más alta, lo que tampoco era difícil; los del PP pueden pensar que han perdido otra oportunidad para tumbar a ZP.

Ha sido el décimo debate sobre la crisis y los ciudadanos siguen esperando salidas del túnel. De momento las luces siguen siendo muy tenues pero al menos se van a sentar a hablar. Algo hemos sacado.