Al menos 18 muertos en el mayor accidente ferroviario de Bélgica
El choque de los dos trenes "podía haberse evitado". Los maquinistas están llevando a cabo una "huelga espontánea"
Según el último balance oficial emitido por las autoridades belgas, al menos 18 personas han muerto como consecuencia del choque de dos trenes en Hal, una localidad flamenca de la periferia de Bruselas. Han advertido de que la cifra todavía puede aumentar.
Un total de 55 heridos han sido evacuados a catorce hospitales, incluidos una veintena de carácter grave, algunos de ellos en estado "crítico". Los heridos más graves han sido atendidos en el lugar del accidente antes de ser trasladados a distintos centros hospitalarios, mientras que los de menor gravedad han sido trasladados a un centro deportivo cercano.
Más información
El número de personas que fueron atendidas después del accidente supera las 150, según cálculos de la compañía estatal de ferrocarriles SNCB, que estima que la mitad de los 300 pasajeros de los trenes han sufrido heridas leves o presentan cuadros de ansiedad o nervios.
Las autoridades han abierto una investigación para aclarar las circunstancias del accidente. El gobernador de la provincia del Brabante flamenco, Lodewejk de Witte, ha apuntado que uno de los dos trenes "probablemente no respetó un semáforo en rojo" y colisionó frontalmente con el segundo convoy.
Un tercer tren se vio indirectamente implicado: evitó la colisión pero recibió el impacto de partes que se desprendieron de los otros dos trenes. Ninguno de sus ocupantes sufrió heridas.
Investigando las causas: "podía haberse evitado"
El director gerente de la empresa belga de infraestructuras Infrabel, Luc Lallemand, ha asegurado que el accidente entre dos trenes que este lunes ha costado la vida a 18 personas "se podía haber evitado" si los dos trenes hubieran llevado un sistema de frenos automático, que únicamente estaba instalado en uno de ellos.
"Uno de los trenes llevaba un sistema de frenado automático pero el otro no", ha declarado el portavoz de Infrabel. "De haberlo llevado los dos trenes, el accidente se habría podido evitar".
La investigación sigue abierta y desde la SNCB y el ministerio de Empresas Públicas han pedido prudencia y han evitado pronunciarse sobre las causas del accidente. Además de la hipótesis del error humano también se barajan otras como un fallo eléctrico en la señalización o que uno de los trenes ocupara la vía que no le correspondía.
Un accidente similar ocurrió hace ya 9 años, lo que ha provocado un clima de indignación entre los belgas que no comprenden cómo la pesadilla podido repetirse. "No entendemos que no hayan sido invertidos los medios suficientes para dotar a la red con los recursos tecnológicos suficientes que habrían permitido evitar este accidente", ha asegurado la Asociación de Clientes de Transportes Públicos (ACTP).
El accidente ha provocado la interrupción del tráfico ferroviario entre Francia y Bélgica desde las 9.00 horas de la mañana y permaneció cortado durante toda la jornada del lunes, según un comunicado de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia (SNCF).
Huelga de maquinistas
Varios maquinistas de la compañía estatal de ferrocarriles belga SNCB han iniciado una huelga improvisada para denunciar los riesgos que asumen a causa del empeoramiento de sus condiciones laborales y que podrían provocar accidentes como el de este lunes.
Los sindicatos niegan haber convocado el paro y apuntan que ha sido una huelga "espontánea" como consecuencia de la catástrofe. La huelga afecta fundamentalmente a la región de Valonia, pero también se han sumado los maquinistas de Lovaina (Flandes).
Un portavoz de SNCB, Michael Vanloubbeeck, ha confirmado a los medios locales la huelga y ha argumentado que los conductores de trenes están "muy afectados" por el accidente, en el que también ha muerto uno de sus compañeros.
Llegan las condolencias
El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, ha expresado su estado de "shock" por el accidente. El ex primer ministro belga ha ofrecido sus "más sinceras condolencias" a las familias de las víctimas del accidente.
El rey Alberto II de Bélgica y el primer ministro belga, Yves Leterme, están en la zona del siniestro tras haber cancelado sus respectivas agendas, que les matenían fuera del país.
En tal caso, será el mayor accidente de ferrocarril de la historia belga. El más mortífero hasta ahora costó 18 vidas en 1974.