Análisis del Google Buzz
Google no ha inventado ni revolucionado Internet con nuevos conceptos, sino que ha reunido una serie de ideas que ya estaban en marcha por la Red
Si hubiese que buscar una aplicación social a la que Google Buzz se parece, dos nombres vienen a la mente: Twitter y FriendFeed. Integrado en Gmail, permite compartir y ordenar mucha información, como la de la propia Twitter, aunque por el momento no parece llevarse tanto con Facebook.
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En este caso, Google no ha venido a reinventar la rueda, por lo que las comparaciones son más que necesarias. Google no ha inventado ni revolucionado Internet con nuevos conceptos, sino que ha reunido una serie de ideas que ya estaban en marcha por la Red y ha utilizado su enorme plataforma de servicios para enriquecerla fotos, vídeos, noticias, blogs y también algún servicio externo de momento, el más destacable es Twitter-.
Pese a la ingente cantidad de servicios que ofrece Google, un usuario estándar que utilizase servicios habituales como su propio blog, su cuenta de YouTube o su correo, no podía difundirlos de una forma centralizada. Aquí es dónde Google ha encontrado el hueco para incorporar Buzz a su 'dream-team', eso sí, añadiéndole más ingredientes.
Google Buzz no es una red social per se, es una extensión de Gmail. Calificar Buzz como "la red social de Google" sería un error ya es un servicio más que, de hecho, ofrece conexiones y compatibilidades con otros servicios externos, aunque por el momento y a pesar de haber liberado la API, son limitados -lógicamente-.
Para lo que sí sirve Buzz es para que el usuario, de un vistazo, pueda conocer el estado de sus amigos y aquí es donde entran los parecidos con redes sociales ya conocidas como FriendFeed. Es un "centralizador" de las actividades sociales de los contactos que tenga el internauta en su libreta de direcciones.
Funcionamiento
A partir del perfil de usuario de Google -que había pasado desapercibido hasta el momento y que ahora adquirirá una importancia capital- se puede ver, si el contacto así lo desea, su último post en su blog, las noticias que le han interesado, álbumes de fotos, vídeos que ha subido o comentado, su predisposición a chatear, su último 'tweet' e incluso su localización.
Una vez con este concepto en la cabeza, centralizar la actividad social de los usuarios, se busca la mejor manera de integrarlo en los servicios de Google, en este caso dentro de Gmail, como si de una carpeta aparte se tratase. Si pinchamos en el botón 'Buzz' es donde comienzan las similitudes con Twitter.
En primer lugar, hay que crear una libreta de contactos que clasificamos en listas para luego elegir qué grado de privacidad se quiere dar a cada grupo. Aspecto que está bastante claro, diferencias entre público y privado junto con la posibilidad de crear listas, si hay algún problema con hacer pública información privada será por voluntad del usuario.
Posteriormente, se entra en la fase de crear contenidos, 'buzz' en este caso. Las fuentes pueden ser varias, y serán muchísimas más con el tiempo, pero de momento los neófitos de Buzz contarán con la información que generen ellos mismos -sus Buzz- y sistemas automatizados que 'capten' la información de otras fuentes.
Si subimos un vídeo a YouTube, nuevo 'buzz' automático; una foto a Picasa, 'buzz' al canto; actualización de Twitter, ídem; nueva entrada en un blog personal, su reflejo en Buzz; noticias que nos parezcan interesantes a través de Google Reader, un nuevo 'buzz'. Que a nadie le quepa duda que la españolización del verbo usado a la hora de utilizar este servicio será "buzzear".
Amigos y enemigos
La similitud con Twitter se basa en la forma de organizar y seguir la información. En Buzz no hay páginas favoritas, ni grupos, ni foros. Se publica la información, se comenta y ésta caduca en función de la cadencia de actualización de cada usuario. No hay una "biblioteca" como es el caso de Facebook, en el que las aplicaciones se mantienen en pestañas con una información estática mezclada con otra actual, que sería el muro.
Ahora bien, esta información se puede enriquecer con enlaces, fotos, vídeos, mapas y va más allá de los 140 caracteres. De esta forma, Buzz cubre todo lo que ofrece Twitter y lo mejora de una manera muy similar. Si Buzz es una amenaza para Twitter y si se convertirán en competidores enfrentados en el futuro es otro tema, ya que en un principio ambas van de la mano e interactúan.
Twitter está plenamente integrado en Buzz, pero de un modo unidireccional como ocurre en Facebook -lo que publicamos en Twitter aparece en Facebook pero no al revés-. Entendemos que se trata de una consecuencia directa de que Twitter limite sus caracteres a 140, mientras que en Facebook y Buzz la cifra es más amplia.
El sistema del 'win-win' elevado a la máxima potencia: los contactos podrán leer de un vistazo todo lo publicado pero para poder crear información habrá que acceder a Twitter. No hay violencia. Buzz es una ventana a las redes sociales, no una red social más.
Choque con Facebook
Otro caso bien distinto es Facebook. No está integrado ni hay planes para ello. Si a este hecho le sumamos los rumores sobre el más que probable servicio de correo de la red fundada por Mark Zuckerberg el conflicto puede encaminarse más en esta dirección. Una tendencia que diversos analistas pronostican: Facebook y Google son los dos grandes titanes que pelean por conquistar al internauta.
Sendos servicios han decido ser abiertos y dar a la conectividad con terceros una gran importancia; de ahí Facebook Connect y el concepto base de Buzz: conectividad y centralización. Que los propios usuarios creen las aplicaciones y recursos necesarios para integrarlas en cualquiera de las dos plataformas.
La convivencia también es una posibilidad, por el momento, Facebook cuenta con sus aplicaciones, grupos y páginas de información estática que a Google no le ha interesado atacar. Buzz cuenta con la unión de los servicios de la compañía de Mountain View además de haber hecho una apuesta más evidente y arriesgada por el tiempo real y la inmediatez.
Es muy pronto para hablar de conclusiones definitivas pero el potencial de Buzz, a riesgo de sonar redundante, será la capacidad de los 'buzz' para ofrecer capacidades únicas, al estilo de Google Wave, pero práctico y útil desde un primer momento.