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Reportaje:INMIGRANTE

Crece el número de matrimonios por conveniencia entre parejas latinoamericanas

Las sospechas son menores cuando la pareja es latinoamericana

Los matrimonios de conveniencia o matrimonios blancos, penalizados con cárcelen España, son una de las puertas más fáciles para que muchos inmigrantes regularicen su situación. A cambio de dinero, con algún familiar para hacerle un favor, todo vale. El boca a boca en un colectivo latinomericano que pasa inadvertido para las autoridades.

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De camino a El Tiemblo (Ávila), Sandra, dominicana de 34 años y con pasaporte español, y Raúl [ambos son nombres simulados], también dominicano, en medio del traqueteo del autobús se preparan entre susurros y risas las preguntas que les van a hacer en el Registro Civil. - Entonces, ¿dónde nos conocimos?. - Pues en el trabajo, como todo el mundo. Ambos sueltan carcajadas de complicidad.

Detrás de esta escena cariñosa se esconde lo que la policía denomina un matrimonio blanco: una boda amañada entre un inmigrante nacionalizado y un extranjero. Un nuevo fenómeno fraudulento que ha pasado inadvertido para las autoridades.

Hasta hace poco, éste era un negocio exclusivo entre españoles y extranjeros, pero en los últimos años el aumento de la inmigración y las masivas regularizaciones (209.843 desde 2006) han modificado la práctica. Entre compatriotas, las suspicacias son mínimas. Una nueva cara para el viejo delito que las autoridades afrontan aún con desconcierto.

Las historias de Sandra y Raúl se cruzan en la peluquería de un barrio industrial de Madrid. Ella, que llegó al país hace una década y se nacionalizó hace seis años, se cortaba el pelo donde trabaja Raúl, que entró por Francia con un visado falso y lleva tres años viviendo ilegalmente en España. Sandra siempre ha trabajado en una cafetería del barrio, pero ahora está en paro. Ahogada por la hipoteca, las facturas y dos hijos a los que mantener, recordó lo que Raúl le propuso mientras le lavaba la cabeza: "¿Por qué no arreglamos un matrimonio? Nadie va a sospechar nada, somos de la misma tierra". El trato se cerró en 5.000 euros que Raúl deberá pagar a Sandra una vez que se casen.

Internet está lleno de foros en los que los inmigrantes con pasaporte venden su nacionalidad. Existe un verdadero mercadeo en la Red para dar asesoramiento: la entrevista, los plazos, los requisitos.

Basta dejar un mensaje en cualquier foro y los ofrecimientos de "asesores" no tardan en aparecer. Algunos de los que están dispuestos a fingir una boda, cuyas tarifas oscilan entre los 4.000 y los 10.000 euros, también ofrecen el divorcio exprés en 10 días por otros 2.000 euros más.

La policía considera estos casos "excepcionales". La Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales del Cuerpo Nacional de Policía de Madrid admite no tener registros de casos de matrimonios blancos entre inmigrantes. "La Policía sólo se ocupa de investigar a las grandes redes", afirma un portavoz. La mayor operación se llevó a cabo en Jaén capital, donde detuvieron a 11 empresarios, el 9 de octubre pasado, acusados de favorecer la inmigración clandestina. "Aunque siempre eran españoles que se casaban con latinos o africanos".

Otra historia, que tampoco es un cuento de hadas, es la de María M., de 29 años. Salió de República Dominicana hace tres. En su natal Santo Domingo trabajaba como sanky panky (prostitutas y gigolós que buscan extranjeros en las playas dominicanas). Un holandés sesentón se la llevó a Amsterdam, pero pronto María se aburrió y vino a Madrid. Al año de vivir aquí, amañó por 6.000 euros una boda con Julián, un compatriota con doble nacionalidad. Se han casado a principios de 2008 en Alcalá de Henares: hubo fiesta y pastel. Al día siguiente, cada uno por su lado.

El Instituto Nacional de Estadística registró 200.447 matrimonios en 2007, de los cuales 22.767 se realizaron en Madrid. Las uniones en el que uno de los contrayentes es extranjero se triplicaron sólo en el periodo de 1996 a 2004, pasando de 9.198 a 30.930 enlaces. Sin embargo, la Dirección General de Registros y del Notariado argumenta que no ha encontrado ningún caso fraudulento entre ciudadanos de un mismo país. Sólo se investigan los casos sospechosos en que esté involucrado un español cuya pareja tenga otra nacionalidad. Admiten que este tipo de enlaces ha aumentado, por lo cual se han emitido nuevas instrucciones a los Registros Civiles en toda España.

Luis Zarraluqui es un abogado de familia que ha ayudado a anular algunos enlaces fraudulentos, como los de ancianos españoles que se casaron con sus cuidadoras latinoamericanas. Zarraluqui considera que las uniones entre los inmigrantes nacionalizados y personas de su mismo país de origen es una "nueva trampa para saltarse la ley". "En España pasan el filtro porque no existe control enalgunos Registros Civiles", apunta, y advierte que "los grupos de inmigrantes se irán contagiando" de esta nueva práctica.

Los casos se repiten sin importar la nacionalidad. Juan, un ecuatoriano de 33 años y con nacionalidad española, se casó con su prima en 2006 pero sin cobrarle nada. Sergio, colombiano, ofrece 6.000 euros, pero las mujeres colombianas con papeles a las que ha contactado le piden más de 8.000.

Otro caso es el de un dominicano gay que se ha casado recientemente con una colombiana lesbiana. Se conocieron a través de un amigo de ella. Él no tiene papeles y ella tiene la residencia de cinco años. Él quiere quedarse en España y ella necesita el dinero. La boda se ha pactado por 4.000 euros. Ahora esperan la visita del inspector del registro civil para que "constate" que la boda no es falsa.

Requisitos a la carta

"Si te vas a casar con un extranjero/a sin papeles, seguramente deberéis pasar por una entrevista para que os autoricen el matrimonio en España. Vendo todas las posibles preguntas al precio de 50 euros", así se anuncia Luis en varios foros de Internet donde se ofrecen y buscan matrimonios por conveniencia.

El servicio es exclusivamente por teléfono. Luis, al otro lado de la línea, explica los pormenores de la entrevista. "Te mando las preguntas por correo electrónico y te doy el número de cuenta. En persona no quedamos, la Policía investiga", dice misterioso. "Van a tratar de pillarte por algún lado. Te preguntan nombres y fechas. No hay que ir a ciegas. Sobre todo debes mostrarte seguro y sin miedo", advierte. El correo electrónico con un archivo adjunto que contiene las preguntas llega un par de horas después.

La cuenta facilitada para el ingreso del dinero está a nombre de otra persona. "Después de tu ingreso puedes llamarme para que te asesore sobre cómo debes preparar la entrevista", se despide.

¿Cuáles son los nombres de la familia de él? ¿Cuál es el trabajo que realiza? Para quién, dónde, los horarios. ¿Cuánto gana? Sus aficiones, deportes y equipo favorito. Si ha pasado por una operación o tiene cicatrices en el cuerpo. ¿Dónde, cómo y cuándo se conocieron? Son algunas de las preguntas que incluyen el cuestionario que Luis hace llegar a sus clientes. Sin embargo, las mismas preguntas y respuestas son accesibles desde cualquier buscador en Internet.

Cae una red que unía colombianos con españoles

Once iglesias madrileñas oficiaron matrimonios de conveniencia entre ciudadanos españoles y colombianos, organizados por una red internacional desarticulada el pasado 27 por la Policía en la denominada 'Operación Escarlata'.

Un sacerdote nacido en Colombia, una funcionaria y una abogada se cuentan entre los 34 detenidos que se dedicaban a unir parejas de origen colombiano y españoles, según ha informado el cuerpo de la policía. El grupo habría concertado más de cien bodas ilegales, a cambio de las cuales recibían entre 10.000 y 12.000 euros para legalizar la situación de los contrayentes. De esta forma, los inmigrantes podían obtener un Permiso de Residencia en España y, posteriormente, gestionar su nacionalización.

 
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