Mariano Rajoy: "Mantengo en Francisco Camps el mismo nivel de confianza"

Madrid

Mariano Rajoy no ha explicado a las insistentes preguntas de los periodistas por qué ha ordenado la destitución de Ricardo Costa y no de Francisco Camps. Pero lo que sí ha hecho el presidente nacional del PP ha sido renovar públicamente su confianza en el presidente valenciano. "Mantengo en Camps el mismo nivel de confianza que todos estos años", a la vez que ha adelantado que su voluntad es que Camps siga siendo presidente de la Comunidad Valenciana y candidato cuando se celebren las elecciones de 2011. "A mi el señor Camps no me ha mentido", ha insisitdo ante la prensa Rajoy, afirmando que no hay "elementos nuevos" tras el tema de los trajes, que quedó archivado.

Sobre Costa, Rajoy ha dicho no tener dudas de su "honradez personal", aunque ha señalado que el secretario general de un partido "tiene un plus de exigencia".

Nuestras cuentas son legales

"Todas nuestras cuentas son legales", ha remarcado ante la prensa Mariano Rajoy, quien ha anunciado que en el próximo comité ejecutivo propondrá la adopción de un código de buenas prácticas. Insiste el presidente del PP que todo está limpio y que si hubo actuaciones corruptas fue a nivel personal, no de partido, pero aún así ha asegurado que el PP tomará "medidas para la transparencia de nuestra gestión". "No hay trama organizada en el seno del partido. Hay una trama externa que ha intentado lucrarse de nuestra organización", ha insistido Rajoy.

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Por lo demás, Mariano Rajoy ha vuelto a insistir en las acusaciones de manipulación contra el Gobierno, al que ha vuelto a acusar de uso partidista de las instituciones.

El líder de los populares, que hace varios meses que no da una rueda de prensa en Madrid, ha dado cuenta en una rueda de prensa de la posición de la dirección nacional del partido tras las últimas decisiones que se han producido en Valencia por el caso Gürtel.

Numerosos dirigentes del PP han criticado la forma en la que se ha gestionado esta crisis interna y, sobre todo, la guerra de comunicados que se produjo entre Génova y la dirección regional con motivo del revelo de Ricardo Costa.