La Audiencia olvidó durante 70 horas el recurso para intensificar el control sobre la etarra

La Fiscalía de la Audiencia Nacional recurrió el pasado viernes la puesta en libertad de la etarra Maite Aranalde, pero el documento estuvo dando vueltas desde entonces hasta el lunes en busca de un juez que lo resolviera. La sala de gobierno de la Audiencia estudiará mañana la actuación del juez Eloy Velasco y su responsabilidad por la fuga de Aranalde. Las críticas contra el magistrado se han multiplicado después de que el juez Baltasar Garzón emitiera una orden de prisión contra la etarra que los agentes de la policía no pudieron cumplir al no hallarla en su domicilio. El principal sindicato de Policía se ha sumado a esas críticas y también ha responsabilizado a Eloy Velasco.

La Audiencia Nacional olvidó durante 70 horas del escrito del fiscal, el recurso que podría haber cambiado el desenlace de la huida de la etarra Maite Aranalde. Durante el viernes por la tarde, todo el fin de semana y la madrugada del lunes, ninguno de los dos jueces que podrían haber resuelto el recurso actuó. Las medidas propuestas por la Fiscalía para intensificar el control de la terrorista no tuvieron, por tanto, ni respuesta ni efecto.

El fiscal puso en marcha el mecanismo para que Aranalde tuviera vigilancia policial y compareciera día a día ante la autoridad, una serie de medidas ampliatorias encaminadas a evitar la fuga. Pero ni el juez Eloy Velasco ni el magistrado de guardia, ismael Moreno, resolvieron esa petición. El lunes, 71 horas después de presentado, el juez al que le correspondía el caso, Baltasar Garzón, dictó prisión incondicional, pero entonces ya era tarde.

La actuación de Velasco

El presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, quiere saber de primera mano qué ha pasado para que Maite Aranalde pudiera escapar. Mañana jueves se ha convocado a la sala de Gobierno para estudiar la actuación del magistrado Eloy Velasco y las circunstancias que han rodeado la desaparición de la etarra.

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Los integrantes de esta Sala pedirán un informe al juez y los documentos de la fiscalía para después decidir si hay posibilidad de abrir un expediente o diligencia de investigación más concretas. Fuentes jurídicas han lamentado el error pero han descartado que vaya a producirse un expediente porque aunque la actuación del juez es cuestionable, en términos jurídicos, es correcta.

En cuanto al fallo burocrático francés, que supuso la puesta en libertad de la etarra Aranalde, las fuentes señalan el impecable comportamiento de las autoridades francesas en todos los asuntos. Aseguran que no es aconsejable cuestionar su papel porque el error es subsanable.