La planta de Opel en Figueruelas, en una situación "tremendamente compleja"
El gobierno central y el autonómico de Aragón reconocen que la situación de Opel es extremadamente delicada porque todavía no hay soluciones para los 7.500 trabajadores de la planta
El gobierno central y el autonómico de Aragón admiten que todas las posibilidades están abiertas, y no se descarta una suspensión de pagos de General Motors que afectaría a la planta en España
General Motors está en bancarrota. La que fuera la automotriz más grande del mundo ha sucumbido en esta crisis, y todas sus filiales padecen serios inconvenientes.
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La secretaria general del Ministerio de Industria, Teresa Santoro, ha mantenido un encuentro con funcionarios del gobierno de Aragón y representantes del comité de empresa de la planta de Opel en Figueruelas. Al término del encuentro, los resultados no reflejaban un panorama alentador, ya que la conclusión es que General Motors no tiene definida la venta de la planta, y tampoco descarta declararse en cesación de pagos, situación que traería serias dificultades en todas las unidades europeas.
El problema radica en la postura del gobierno alemán, que presiona a GM para que venda Opel a la empresa Magna, pero la empresa norteamericana no acepta la oferta. El gobierno de Angela Merkel está decididamente jugado por Magna y está dispuesto a respaldar financieramente el plan de la compañía. Vale destacar que la mitad de los 52.000 empleados de Opel son alemanes.
La peor de las opciones sería la declaración de suspensión de pagos, que complicaría toda la estrategia financiera y operativa de la compañía.
