Victoria del Atlético ante el Benfica (1-2)
Raúl García y Forlán, de penalti, marcan los goles rojiblancos
Benfica
El Atlético de Madrid ganó hoy al Benfica (1-2), en partido amistoso, después de una sólida actuación, cuya primera parte contó con buenos detalles del portugués Simao Sabrosa y con el buen hacer de la defensa rojiblanca.
El primer choque serio de la pretemporada colchonera arrancó en un escenario espectacular, digno de un partido de Liga de Campeones, antes que de un encuentro amistoso. Las 57.000 gargantas que abarrotaron el estadio de Da Luz para dar la bienvenida al nuevo Benfica de Jorge Jesús no intimidaron a los hombres de Abel Resino, que practicaron un juego discreto, pero eficaz.
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Bien armados en defensa, volcaron el peso del juego en el portugués Simao, la antigua estrella de los aficionados benfiquistas, cuyas internadas por los costados tuvieron efectos devastadores. En una entrada por banda derecha, el internacional luso sirvió para Raúl García, quien desde la media luna del área grande remató pegado al poste e hizo inútil la estirada de Quim, que no pudo evitar el gol.
El Atlético tuvo enfrente a un Benfica muy motivado, pero con falta de rodaje. Los argentinos Di María, Saviola y Aimar dejaron buenos detalles, pero el juego del conjunto careció de continuidad. El 4-4-2 de Abel dio equilibrio al conjunto, sobre todo en defensa, que estuvo bien organizada y auxiliada por los apoyos del incansable Paulo Assuncao.
Sin embargo, las transiciones en ataque siguen sin tener un conductor y las distancias entre el argentino "Kun" Aguero y la medular llegan a ser abismales. El uruguayo Diego Forlán actuó un poco más retrasado, pero su efecto no es igual de devastador que cuando está cerca del área. La conexión argentina del Benfica entró en calor y en una acción de contraataque un rapidísimo Saviola se plantó ante Sergio Asenjo para asistir al paraguayo "El Tacuara" Óscar Cardozo, que empujó el balón a las redes.
El tanto animó a "las águilas", que tuvieron en Di María un agitador, y generaron algunas ocasiones, la más clara en un cabezazo del central luso Miguel Vítor. La fase de juego fluido de los hombres de Jorge Jesús acabó con una genialidad de Agüero, quien en una internada en el área caracoleó ante varios defensas y fue objeto de penalti, muy discutido por los aficionados locales, que protestaron todas las decisiones arbitrales como si se tratase de un partido oficial. La figura rubia de Forlán no perdonó y dejó al Atlético en ventaja antes del descanso.
Simao, un ídolo
El segundo tiempo perdió intensidad ente el carrusel de cambios en ambos equipos -debutó el brasileño Ramires, el flamante fichaje del Benfica-, aunque fueron los portugueses quienes dispusieron de las más claras ocasiones, sobre todo en las botas de Cardozo. Simao, uno de los mejores del partido, se llevó la ovación de la noche al ser sustituido, en un estadio que le encumbró como ídolo durante varias temporadas. En el tramo final del encuentro, el angoleño Mantorras, uno de los más queridos por la afición portuguesa, dio un susto a Asenjo, que se empleó a fondo para evitar el gol, mientras Fabio Coentrao rozó el tanto con una volea que pasó a centímetros del larguero.
Ya no hubo tiempo para más y los colchoneros se despidieron del exigente test en el monumental estadio Da Luz con los deberes hechos, tras una exhibición robusta ante un buen equipo, que aún necesita tiempo para compenetrarse.