EEUU elimina el término 'combatientes enemigos' para los detenidos en Guantánamo
Obama ha anunciado que revisará la política aplicada a los capturados en conflictos armados u operaciones contra el terrorismo
El Gobierno del presidente Barack Obama anunció este viernes que ya no se referirá a los detenidos en Guantánamo como "combatientes enemigos" y que revisará la política aplicada a quienes sean capturados en conflictos armados u operaciones contra el terrorismo.
"El resultado de esa revisión podría conducir a un mayor refinamiento de la posición del Gobierno, que desarrolla una política integral" sobre el problema, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.
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En el marco de esa política "es esencial que funcionemos de una forma que fortalezca nuestra seguridad nacional y sea consecuente con nuestros valores y regida por la ley", manifestó por su parte el secretario de Justicia, Eric Holder.
"El cambio que hemos hecho cumple con esas normas y hará más fuerte a nuestra nación", agregó.
Iniciativa Bush
El Ejecutivo del presidente George W. Bush (2001-2009) comenzó a utilizar el término "combatientes enemigos" para referirse a presuntos terroristas capturados tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En una orden ejecutiva y para no aplicarles las leyes estadounidenses, Bush creó el centro de detención de Guantánamo (Cuba), lo que supuso su confinamiento sin cargos y de manera indefinida.
Sin embargo, en documentos presentados ante un tribunal federal, el Departamento de Justicia indicó que, pese a que no usará el término de "combatientes enemigos" el Gobierno de Obama mantendrá su facultad de retener a los reclusos en Guantánamo, en virtud de una autorización aprobada por el Congreso en septiembre de 2001.
Esa autorización permitió "el uso de la fuerza contra naciones, organizaciones o personas que el presidente determine que hayan planeado, autorizado, cometido o ayudado en los ataques de S-11", indicó.
Los documentos señalaron que "el Gobierno no se atribuye la autoridad de retener personas en base a un apoyo insignificante" a organizaciones terroristas como Al Qaeda o los talibanes.
Cambio poco relevante
La organización Human Rights Watch señaló que, pese a que se abandona el término de "combatientes enemigos", la nueva política no constituye un cambio relevante respecto a "la mal concebida idea de la administración Bush sobre la guerra contra el terrorismo".
"Al menos por ahora, la administración de Obama se abroga la facultad de capturar a gente en cualquier parte del mundo sobre la base de su apoyo o asociación con Al Qaeda o el Talibán y de confinarla en detención militar por lo que podría ser el resto de su vida", dijo Joanne Mariner, directora del programa sobre terrorismo y contraterrorismo de HRW.
Añadió que la única buena noticia es el énfasis de que la posición del Gobierno podría cambiar tras una revisión integral de la política de detención.
"Instamos a que el Gobierno de Obama reconsidere sus puntos de vista. Debería procesar a los sospechosos en tribunales federales y no eludir el sistema de justicia criminal", añadió.
En Guantánamo aún permanecen alrededor de 240 presuntos terroristas y el Gobierno de Obama ha prometido cerrar ese centro de detención en el curso de un año.
La mayoría de los detenidos fueron capturados en las operaciones militares que Estados Unidos ha llevado a cabo en Afganistán y en Irak tras el 11-S.
Torturas
Los documentos que aclaran la posición del Gobierno fueron presentados ante el tribunal en respuesta a una demanda de Shafiq Rasul, Asif Iqbal, Rhuhel Ahmed y Jamal Al-Harith, ciudadanos británicos que fueron enviados a su país en 2004 tras haber estado en Guantánamo.
Los cuatro acusan a las autoridades militares de la base naval de Estados Unidos en Cuba de haberlos sometido a diversos tipos de tortura, incluido el hostigamiento religioso.
La demanda fue presentada contra el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el general retirado Richard Myers, ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas estadounidenses.