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Palin contra Palin

La candidata republicana a la vicepresidencia de EEUU aprovecha el único debate contra su oponente demócrata, Joe Biden, para pulir la imagen mostrada en las últimas entrevistas y apariciones públicas

Saludo de los candidatos Biden y Palin y sus familias tras el debate(Reuters)

Las críticas han llegado incluso desde las filas conservadoras, pero Palin ha mostrado hoy una imagen segura que cierra muchas bocas. Más hábil que en las entrevistas concedidas desde que el candidato republicano a la presidencia, John McCain, la escogiera como su "número dos" hace cinco semanas, Sarah Palin ha vuelto a sacar partido a "conexión con el corazón de Estados Unidos", uno de los argumentos esgrimidos por McCain en su elección.

La conexión de Palin con EEUU no sólo pasa por sus dos hijos, uno en Irak y otro "con necesidades especiales", ya que padece Síndrome de Down.

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En el debate, el más esperado entre candidatos a la vicepresidencia en la historia del país, Palin también ha empleado los elementos que le han funcionado de maravilla en la campaña: el humor y un estilo de hablar coloquial.

La familia ha centrado su intervención, en la que ha mencionado a su esposo, sus hijos y su padre, con lo que ha dado la imagen de una madre cálida que siempre piensa en los suyos. Incluso ha enviado un saludo a los alumnos de su hermano, que es maestro de primaria. "Os habéis ganado una nota extra por ver el debate", les ha dicho.

Sus esfuerzos por mostrarse cercana han sido inmediatos. Nada más subir al escenario, la actual Gobernadora de Alaska, al estrechar la mano de Joseph Biden, le ha dicho, "encantada de conocerte. ¿Puedo llamarte Joe?". Palin ha sabido sacar partido a su anterior trabajo como presentadora de deportes del que ha heredado un enorme poder frente a las cámaras. Con los ojos clavados en la cámara, la gobernadora de Alaska se ha dirigido al estadounidense común, al "Joe que bebe cerveza de lata y la madre que lleva a sus hijos al hockey", ha dicho.

Emana calidez

Pese a la imagen que pretende transmitir y que cala en el electorado, Palin logró ser la gobernadora más joven del estado de Alaska. "Es una feminista que no gusta al movimiento feminista porque es conservadora", ha dicho en una reunión política reciente Patrick Kelly, un republicano de Colorado de 32 años.

Palin se opone al aborto y defiende los valores tradicionales, una postura que la coloca en la otra punta del espectro político respecto a la senadora Hillary Clinton y su generación, que se curtió en las luchas por la igualdad de los 60.

Su propia imagen lo confirma. Palin tiene una voz aguda, femenina, sin los tonos graves que dan seriedad a la de Clinton. Tampoco lleva el pelo corto de la senadora de Nueva York y otras pioneras políticas como Geraldine Ferraro, que en 1984 fue la primera candidata a la vicepresidencia de uno de los dos grandes partidos.

Sin moño

Para el debate, Palin ha evitado sus frecuentes moños cardados y se ha soltado el pelo, que caía sobre un traje negro, de falda, en el que lucía un gran broche con la bandera americana. Biden, de corbata azul, y traje también negro, llevaba uno similar, pero más discreto.

Parte del encanto de Palin radica en las expresiones que usa, tan coloquiales que suenan divertidas en boca de una figura política en horario de máxima audiencia.

En el debate ha dicho, por ejemplo, "darn" y "doggone", palabras de difícil traducción usadas para dar énfasis y que caen bien en el ámbito rural pero que ganarían fama de provinciano a cualquiera que las empleara en Nueva York. Palin no sólo no se avergüenza de ello, sino que utiliza ese lenguaje como un sello que demuestra su antielitismo, su comunión con el ciudadano medio y sus credenciales de una mujer alejada de la influencia corruptora de Washington.

Para Peter Kastor, profesor de historia de la Universidad de Washington, el estilo de Palin "representa el carácter extremadamente independiente" de los estados del oeste de Estados Unidos. Esa región, según Kastor, mira con resentimiento a los centros de poder político e informativo de la costa este, una animosidad de la que Palin se ha hecho eco en el debate. "Los políticos de la Costa Este no permiten a los estados con energía como Alaska producirla", ha denunciado. Biden, casualmente, es de la Costa Este.

 
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