Un temeroso Atlético de Madrid pierde por la mínima ante el Schalke 04

El Atlético jugó con fuego y, en Alemania, pudo tirar por la borda sus ilusiones europeas, en un encuentro que terminó con diez hombres, por la expulsión de Antonio López, y en el que acabó bendiciendo una derrota por la mínima.

No le salió nada al Atlético en su regreso a la Copa de Europa, once años después, y necesitará un cambio de imagen total y, como mínimo dos goles, dentro de dos semanas en el Calderón, para lograr una plaza en la Liga de Campeones.

Impresionado por la importancia del encuentro y desconcertado por la fuerte salida del rival, el Atlético fue un equipo asustadizo en toda la primera mitad, superado en todo momento por el Schalke, que llegó como quiso al área rojiblanca y malgastó tres claras ocasiones antes de marcar.

"Sabemos lo que nos jugamos y lo que pretendemos", anunció Javier Aguirre la víspera, pero sus jugadores tan sólo parecieron captar la primera parte del mensaje. Saltaron al Veltins Arena agarrotados, concedieron la primera oportunidad de gol al minuto de juego y no comenzaron a soltarse hasta que se vieron en desventaja.

Facilidades defensivas

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Al Atlético no le ayudaron los errores de Tomas Ujfalusi, el "cacique" checo que se comportó como un novato en los primeros minutos y que con un mal despeje dio a Ivan Rakitic la primera ocasión, nada más empezar, pero el disparo del croata fue rechazado por Leo Franco. El Schalke, además, encontró una autopista por la banda derecha, que hizo suya el peruano Jefferson Farfán para desesperación de Antonio López.

Con tantas facilidades, era complicado que el conjunto alemán no llegase al descanso en ventaja. Lo hizo a la media hora, gracias a un gran libre directo lanzado por Christian Pander, que contó con la ayuda de Leo Franco, que reaccionó tarde.

Reacción rojiblanca

Sólo entonces, en el último cuarto de hora, el Atlético comenzó a jugar con más orden y a crear peligro, con un lejano golpe franco de Maxi, al que reaccionó bien el meta Mathias Schober (M.40), y un disparo demasiado cruzado del francés Sinama Pongolle, dos minutos después. Fue el propio Pongolle el que creó la primera ocasión tras el descanso, en otra jugada en la que impuso su velocidad, pero cuyo disparo rechazó Schober.

Sin ofrecer seguridad defensiva, ni control del juego, pero con una actitud más ofensiva, el Atlético por lo menos creyó en el empate en la segunda mitad y se acercó con más peligro, pero a partir de la hora de juego quedó expuesto a un nuevo tanto y la angustia creció tras la expulsión por doble amonestación de Antonio López (m.75).

El holandés Fred Rutten, técnico del Schalke, sacó de inmediato a al potente Gerald Asamoah y obligó a Aguirre a tratar de taponar esa vía con la entrada de Mariano Pernía por el portugués Simao. Logró, por lo menos, salvar una derrota por la mínima que no le descuelga de la eliminatoria, pero que le obligará a mejorar mucho en el Calderón, donde precisa dos goles y que el Schalke no marque.