Sarkozy apuesta por la creación de un estado palestino
La visita de Sarkozy a la zona, de tres días de duración, se enmarca en el sexagésimo aniversario del establecimiento del Estado de Israel
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, llegó ayer a Israel en su primera visita oficial a este país, donde fue recibido por todo lo alto y manifestó que la creación de un estado palestino es esencial para la seguridad del Estado judío.
"Si estoy aquí, es porque estoy más convencido que nunca de que la seguridad de Israel no estará garantizada hasta que no exista un Estado palestino", afirmó el mandatario francés en un breve discurso poco después de llegar a Tel Aviv.
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La visita a la zona, de tres días de duración, se enmarca en el sexagésimo aniversario del establecimiento del Estado de Israel, aunque durante su periplo también visitará la ciudad cisjordana de Belén para reunirse con el presidente palestino, Mahmud Abás.
Sarkozy, acompañado por su esposa Carla Bruni, fue recibido en el aeropuerto por el presidente israelí, Simon Peres, y el primer ministro, Ehud Olmert. "La contribución de Francia al establecimiento del Estado de Israel no surgió de un sentimiento oportunista, sino fue generada por los valores humanos más nobles", afirmó Peres.
Amigo de Israel
Por su parte, Sarkozy calificó de "momento excepcional" la relación entre los dos países y confesó: "Siempre he sido y seré un amigo de Israel".
Su actividad en Israel incluye encuentros con los principales dirigentes políticos, así como un histórico discurso el lunes ante el Parlamento (Kneset) y una entrevista con los padres del soldado israelí Guilad Shalit, capturado hace dos años por tres milicias palestinas de Gaza y que cuenta con la nacionalidad francesa.
Su visita es la tercera de un presidente francés al país hebreo desde su creación en 1948, y responde a la política de Sarkozy de acercamiento a Israel y al Mediterráneo.
Francia, aliada de Francia
En los primeros años de existencia de Israel, Francia fue su principal aliado y su ayuda al Estado judío fue vital para la construcción de su poderoso Ejército. Israel alcanzó su supremacía aérea a finales de los cincuenta gracias a la cooperación francesa, que también fue vital para la construcción de la central nuclear de Dimona, ambos proyectos impulsados por el actual presidente Peres cuando era director general del Ministerio de Defensa.
Desde 1967, las relaciones entre los dos países han sido cordiales pero a menudo tensas, especialmente tras el estallido de la Segunda Intifada (2000).
La llegada de Sarkozy al poder dio un nuevo giro a los vínculos bilaterales, y se considera al actual dirigente galo el presidente más "pro-israelí" de las últimas décadas. Olmert ha definido a su invitado como "un verdadero amigo de Israel" y descrito los lazos bilaterales desde que asumió el cargo como "no sólo una luna de miel sino una verdadera historia de amor".