Los Geos liberan a un empresario secuestrado en Sanlúcar de Barrameda

Los Geos han liberado a Rafael Ávila, un empresario secuestrado en Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz. Los agentes lo han encontrado en una vivienda rústica de almonte, donde estaba atado con cadenas y vigilado por dos individuos de nacionalidad española. Los captores habían pedido a la familia un rescate de dos millones de euros y un plazo para pagarlo que expiraba hoy.

Según ha informado la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, el empresario se encontraba atado con cadenas en el interior de un chalet en Almonte y custodiado por dos personas que han sido detenidas.

En la operación especial se ha procedido además a la detención de dos personas en Sevilla que son consideradas los cabecillas del grupo que ha perpetrado el secuestro.

No se descartan nuevas detenciones

La Policía Nacional mantiene abierta la investigación en torno a este asunto, que inició a principios de mes, por lo que no se descarta que puedan producirse nuevas detenciones.

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La desaparición de Ávila fue denunciada por su padre el pasado miércoles día 3 al no acudir el empresario a dormir a su casa.

Este hecho alertó a los familiares, que se presentaron en dependencias policiales y aseguraron que se podía tratar de un secuestro, aunque según la policía no se presentó ninguna prueba que corroborase esta hipótesis.

Negociando su rescate

El hermano del secuestrado, ha expliaco que Rafael se encuentra "descansando" y físicamente "bien, dentro de lo que cabe", aunque con magulladuras en las manos de haber permanecido atado y un poco atrofiado por el tiempo que había pasado sin moverse.

El empresario, siguiendo el protocolo en estos casos, fue trasladado a un centro sanitario para conocer su estado físico y psicológico tras estos días de secuestro, cuyo plazo para el pago de un rescate concluía hoy mismo, según ha confirmado en declaraciones a Canal Sur Radio el delegado del Gobierno, Juan José López Garzón.

El portavoz de la familia aseguró que todos están "muy contentos", sobre todo porque "mañana se cumplía el plazo" para pagar el rescate de dos millones de euros que pedían los secuestradores, con los que reconoció haber mantenido negociaciones al margen de la Policía porque estaban "bajo amenaza" y temían por la vida de su hermano.