El presunto 'arquitecto' del 11-S quiere ser condenado a pena de muerte para ser "un mártir"
Jalid Sheik Mohamed comparece por primera vez ante un juez, casi siete años después de los atentados, rechaza a su abogado y dice que se representará a sí mismo
Guantánamo
"Quiero ser un mártir". Con estas palabras se ha dirigido Jalid Sheik Mohamed, el presunto arquitecto de los atentados del 11 de septiembre de 2001, al juez que le procesará en la base naval estadounidense en Guantánamo. Mohamed, junto a cuatro de sus presuntos colaboradores, ha comparecido por primera vez ante un juez, casi siete años después de los atentados de las Torres Gemelas y el Pentágono.
Los fiscales han presentado formalmente los cargos contra los cinco acusados para un juicio que comenzará el 15 de septiembre. La fiscalía estadounidense ha pedido la pena de muerte para los cinco acusados por conspirar con Al Qaeda en la muerte de 2.973 personas.
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Mohamed ha rechazado a sus abogados y pedido representarse él mismo ante el tribunal militar antiterrorista en el que comparece. "No aceptaré ningún abogado. Me representaré yo mismo", ha dicho Mohamed. El juez Ralph Kohlmann, coronel de los Marines, ha respondido que "ésa es una de las opciones que usted tiene".
Entrada en la sala de buena gana
Según una portavoz del tribunal, Mohamed y sus compañeros acusados han entrado en la sala de buena gana y no han sido obligados a salir de su celda para asistir a la audencia, como sí lo hicieron algunos acusados en ocasiones pasadas. Mohamed, el miembro de más alto de Al Qaeda detenido por EE UU, se ha sentado en una mesa en el tribunal, y aparecía viejo y corpulento, con una barba larga y grisácea y grandes gafas oscuras. Estaba vestido con una túnica blanca y un turbante. Le acompañaban en el tribunal Ali Abdul Aziz Ali, Ramzi Binalshibh, Mustafá Ahmed al Hawsawi y Walid bin Attash.
Jalid Sheik Mohamed, de 54 años, nacido en Kuwait y criado en Pakistán, será juzgado en la base estadounidense de la bahía de Guantánamo (Cuba) ante un tribunal militar especial que está envuelto en la controversia. El presunto cerebro de Al Qaeda ha comparecido en público por primera vez desde su captura en 2003 en Pakistán, tras haber pasado por una o varias cárceles secretas de la CIA. Según ha reconocido la propia Agencia Central de Información (CIA), fue sometido a asfixias simuladas.
Durante la comparecencia, las autoridades militares estadounidenses se han reservado el derecho de poder cortar el sonido de las declaraciones de los acusados para mantener en secreto informaciones que EE UU no quiere que se divulguen. La defensa ha acusado al Pentágono de acelerar el proceso para influir en las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre próximo en EE UU.