El Gobierno de Berlusconi convierte en delito la inmigración ilegal
La nueva Ley afectará a los 700.000 'sin papeles' que residen en el país e incluirá penas desde los seis meses hasta los cuatro años
El Gobierno conservador de Silvio Berlusconi ha aprobado que la inmigración ilegal sea un delito en Italia, tal y como ha confirmado el ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini. La decisión ha sido adoptada durante el primer Consejo de Ministros del nuevo Gabinete de Berlusconi, celebrado en la ciudad de Nápoles. La nueva Ley afectará a los 700.000 inmigrantes que residen sin papeles en Italia.
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La tipificación como delito de la inmigración ilegal será recogida en un proyecto de ley, que se remitirá al Parlamento, mientras que otras medidas de lucha contra la inmigración ilegal y consideradas urgentes han sido incluidas en un decreto ley. La pena prevista para este delito va de los seis meses a los cuatro años de cárcel, según fuentes políticas citadas por los medios locales.
El Ejército no podrá intervenir
La consideración de la inmigración clandestina como delito ya figuraba en una ley promulgada durante el anterior mandato de Berlusconi y que fue declarada parcialmente inconstitucional en el año 2004. El Consejo de Ministros celebrado hoy ha examinado también la posibilidad de crear patrullas conjuntas entre el Ejército y las fuerzas del orden en el marco de las medidas de seguridad que ha aprobado el Gobierno, aunque la idea fue descartada.
La lucha contra la inmigración ilegal fue una de las banderas de Berlusconi y sus aliados durante la campaña electoral y es uno de los principales asuntos en la vida política italiana desde que el magnate de la comunicación regresó al poder.
Rodeado de basura
Por otro lado, los ministros han aprobado a través de un decreto ley un plan extraordinario y urgente para solucionar la crisis de las basuras de Nápoles y en el que se incluye el nombramiento del jefe del Departamento de Protección Civil, Guido Bertolaso, para que supervise la situación.
El escenario elegido por Berlusconi para dar el pistoletazo de salida a su Gobierno fue Nápoles, ciudad situada en el sur de Italia y en cuyas calles se acumulan miles de toneladas de basura como consecuencia de la falta de vertederos y la incapacidad de los sucesivos Gobiernos para solucionar esta situación, que dura ya más de quince años.
De hecho, Berlusconi y sus ministros fueron recibidos con diversas protestas y manifestaciones callejeras, que habían sido convocadas por distintos colectivos de desocupados, inmigrantes y vecinos hartos de tener que soportar el olor a basura las 24 horas del día.