Sarkozy se ofrece a ir "en persona" a recoger a Betancourt a la selva colombiana

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha instado hoy a las FARC a liberar "de forma inmediata" a Ingrid Betancourt, retenida desde hace seis años, por tratarse de una cuestión "de vida o muerte". Sarkozy se ha ofrecido a ir en persona a la frontera entre Venezuela y Colombia para hacer efectiva esta liberación. El primer ministro francés, Francois Fillon, ha asegurado que la vida de la ex candidata presidencial franco-colombiana corre grave peligo, y es "cuestión de semanas" que fallezca. El ex congresista colombiano Luis Eladio Pérez, liberado ayer por ese grupo rebelde, ha revelado que la guerrilla de las FARC "se ha ensañado con Ingrid Betancourt".

"Verdaderamente hace falta que todos comprendan, y en particular las FARC, que todo el mundo les condenará si no liberan a Ingrid Betancourt", declaró el ministro francés a la prensa. "Esta mujer está enferma, muy enferma, lo sabíamos desde hace meses", añadió.

"Hay que hacer algo, (Betancourt) tiene problemas físicos y está muy maltratada por la guerrilla", dijo por su parte el ex congresista colombiano Luis Eladio Pérez, al hablar telefónicamente desde Caracas con la emisora radio Caracol. La organización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "se ha ensañado" con la ex candidata presidencial -que también tiene la nacionalidad francesa- afirmó Pérez, quien consideró necesario "buscar que las condiciones se mejoren".

El ex congresista, secuestrado el 10 de junio de 2001, también dijo ser portador de mensajes para Bush y los aspirantes a la Casa Blanca, los demócratas Barack Obama, Hillary Clinton y el republicano John McCain, de parte de los tres contratistas del Pentágono en poder de las FARC desde febrero de 2003.

Luis Eladio Pérez aludió a los estadounidenses Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell, con quienes convivió los últimos seis meses de cautiverio.

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Betancourt, muy mal física y moralmente

Añadió, en tono dramático, que Betancourt, secuestrada el 23 de febrero de 2002, tiene un "problema recurrente de hígado" y que está "mal física y moralmente". Por ello, "hay que pedir, clamar y exigir la libertad de Ingrid", afirmó el ex congresista, quien también reveló que la última vez que la vio fue "el pasado 4 de febrero, cuando empezamos la marcha de la libertad", en alusión al día en que comenzó la caminata al lugar donde fueron liberados.

Insistió en que ella "está muy mal", quizá "peor" que en la prueba de supervivencia divulgada en diciembre pasado y en la que, en una fotografía, aparece Betancourt demacrada, muy flaca y con la mirada baja.

Los liberados, ya en Caracas

El ex senador colombiano fue entregado ayer por las FARC junto a sus compañeros de cautiverio, los también ex parlamentarios Gloria Polanco, Orlando Beltrán Cuéllar y Jorge Eduardo Géchem Turbay, a una comisión humanitaria en las selvas del sur de Colombia. Los cuatro ex congresistas agradecieron las gestiones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de la senadora colombiana Piedad Córdoba, en favor de su liberación.

La comisión humanitaria estuvo integrada por el ministro venezolano Ramón Rodríguez Chacín, Piedad Córdoba, así como por delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Los liberados viajaron en helicópteros a la base de Santo Domingo, en el suroccidental estado venezolano de Táchira, en helicóptero y desde allí fueron trasladados a Caracas en un avión.

Pruebas de supervivencia

Pérez también reveló en la misma entrevista con Caracol que "traía unas pruebas de supervivencia" de otros secuestrados, pero "en una requisa espantosa que me hicieron" el martes los rebeldes las confiscaron. Al insistir en la situación de Ingrid Betancourt, subrayó que "me parte el alma (...)" y remarcó que "quedó muy, muy mal, muy enferma (...) Quedó totalmente agotada física y moralmente".

El liberado ex legislador colombiano, finalmente, instó a todos los colombianos a "hacer un inmenso esfuerzo para lograr la libertad" no solo Betancourt y de los estadounidenses, sino también por la de los demás rehenes, políticos, soldados y policías.

Tanto Pérez como Polanco, Beltrán y Gechem Turbay figuraban en la lista de 44 "canjeables" que las FARC quieren intercambiar por más de medio millar de guerrilleros presos.